Una familia que vive en un pequeño pueblo de montaña en los Alpes, ellos son Paul y Claire y sus dos hijos: Sophie (22 años) y Julien (pronto 18 años), que sufre parálisis cerebral y no puede andar ni hablar desde que era pequeño. A Paul le ha costado afrontar la minusvalía de su hijo y se ha ido alejando poco a poco con los años. Julien pasa su tiempo entre el Instituto de Educación Motriz, al que va varias veces por semana, y su vida en familia. Tiene una relación muy cercana con su hermana y su mejor amigo, Johan, pero sufre el distanciamiento con su padre y sueña con compartir con él algo importante. Un día, Julien propone un reto a su padre: participar juntos en un triatlón. Desde ese momento, entrenarán juntos para ganar, pues el desafío es importante: Paul tendrá que nadar una larga distancia tirando de una canoa con Julien, ir en bicicleta con Julien en una sillita y, por último, empujar su silla durante varios kilómetros. El reto parece imposible, pero servirá para que padre e hijo se unan, pues pasarán pasen largos días en la montaña para prepararse.