16/06/2014 - Un duelo femenino, el debut en el cine de la dramaturga y actriz de teatro, que espera que Via Castellana Bandiera vaya más allá de las fronteras de Europa.

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crítica
tráiler
entrevista: Emma Dante
ficha de la película], debut de Emma Dante, dramaturga y actriz teatral, es casi un western al femenino. “El cine de Sergio Leone me inspira de una manera potente. He profundizado mi estudio de este género y hay momento en que se aprecia claramente, aunque no era mi intención hacer un western, sino tan sólo citarlo”. Dos coches se encuentran uno frente al otro en una calle excesivamente estrecha para que puedan pasar las dos. Al volante de una está la anciana Samira (Elena Cotta), de origen albanés. En la otra, Rosa (Emma Dante), que ha vuelto a su tierra natal (Sicilia) junto a su pareja, Clara (Alba Rohrwacher), para la boda de un amigo. Via Castellana Bandiera fue presentada en la competición oficial de la 70ª edición del Festival de Venecia, donde Cotta, de 82 años, ganó el premio a la mejor actriz.

¿Qué tal ha sido el paso a ponerse tras la cámara?

Emma Dante: Esta película se rodada siguiendo mi método: el teatro. Hemos ensayado mucho con mi compañía Sud Costa Occidentale, cuyos actores forman parte del reparto, y con Alba, Elena y el resto. He tenido la fortuna de encontrar grandes colaboradores. Había una energía muy fuerte que funcionaba correctamente.

¿Por qué has querido poner en escena un duelo entre dos mujeres?

Dos mujeres que se obcecan, tenaces, pero que luego empiezan a relajarse. El hecho de estar una frente a la otra es una manera de reconocerse, aunque si ambas intentan dejarlo de lado. Está bien aceptar lo monstruoso, que es también de alguna manera su verdad, lo que no han conseguido decirse hasta ese momento. Su carácter cambia durante la historia.

¿Es importante que la historia esté ambientada en el sur de Italia?

Palermo es mi ciudad, por lo que comienzo desde una raíz común: mi lengua, mi historia, la calle en que vivido. Hablo de lo que conozco. Y además no sé qué significa narrar el sur. El sur forma parte también del norte, en el sentido que es una torre desde donde observar el mundo. Para mí esta película no es local, sino que habla de una ciudad, de una comunidad y un estado vital, no de un lugar geográfico.

Entonces, ¿qué metáfora se esconde tras Via Castellana Bandiera?

La calle, via Castellana Bandiera, para mí es la parte amplia del final, no la estrecha del inicio.Cada uno elige la que quiere. Lo mejor es no darse una solución. Cada uno saca una experiencia de lo que ve. Quizás nosotros hayamos dejado de ver las cosas, quizás las vemos distintas, vemos un espacio reducido donde no hay nadie y nos lo quedamos, aunque en realidad el espacio es grande, suficiente para todos. Estas dos mujeres están frente a una mujer anciana que piensa de otra manera, tiene otra mentalidad y, en cualquier caso, no juzga. Rosa y Samira son libres en via Castellana Bandiera. El único obstáculo es esta crisis pasajera que, por fortuna, desaparece con el amanecer.

Pero via Castellana Bandiera es además una calle sin salida.

El precipicio a final de la calle es un precipicio real, pero nosotros no podemos sentir la cúda, sentimos que somos una humanidad ante el abismo. Es un momento singular de nuestra historia, en el que no conseguimos ni siquiera caernos. Existe la hipótesis de una caída. Quizás fuese más constructivo caerse y volver a levantarse. Creo que en el película haya una parálisis que se asemeja a lo que vivimos actualmente.

¿Qué expectativas tienes para esta película?

Espero que sea presentada en todos sitios, que vaya más allá de Sicilia, Italia y Europa. Espero que vaya lo más lejos posible y pueda proporcionar una experiencia al público y provoque ese cortocircuito que es el arte.