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Lukas Valenta Rinner • Director

"Fijarse en cuestiones sociales o tener puntos de vista bastante radicales es algo muy austríaco"

por 

- Cineuropa habló con Lukas Valenta Rinner sobre su ópera prima Parabellum, un film grabado en verdaderos campos de supervivencia, presentado en Róterdam

Lukas Valenta Rinner  •  Director

El primer largometraje de Lukas Valenta RinnerParabellum [+lee también:
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, presentado en el 44º Festival Internacional de Cine de Róterdam, se sirve de los miedos en la Argentina actual al imaginar un mundo apocalíptico. El film muestra su fascinación con la documentación de acciones físicas y, como sus colegas austríacos, también su interés en poner personas ordinarias en situaciones extraordinarias, lo que resulta en una experiencia visual cautivadora. 

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Cineuropa: Parece ser un momento interesante para el cine austríaco, ¿no lo cree?
Lukas Valenta Rinner
: Sí, recientemente algunos directores extraordinarios han emergido y han sido reconocidos en la escena festivalera. Creo que se debe al Austrian Film Fund, el cual hace hincapié en la importancia de producciones comerciales para el mercado nacional y también se interesa en apoyar a directores con un visión de autor.

El cine austríaco es a veces considerado como un cine “para sentirse mal”. ¿Piensa que Parabellum entra en esta categoría?
Pienso que es una tradición austríaca que surge, para mí, de la literatura nacional. Encontramos gente como Thomas Bernhard o Arthur Schnitzler que la establecieron. Creo que fijarse en cuestiones sociales o tener puntos de vista bastante radicales es algo muy austríaco.

Entonces, ¿trata de retar a los espectadores? y si es así, ¿cómo lo logra?
Espero haber logrado eso con mi película. No quería explicar la psicología de mis personajes. Estoy, más bien, fascinado con movimientos físicos y acciones, como rutinas laborales o preparativos. Pero también estaba comprometido con permanecer ambiguo. Pienso que eso se logró a través de la narración fragmentada. Traté de mantener una ruptura entre las escenas, por lo que no sabemos bien qué está pasando entremedio.  

Hay también mucho humor en Parabellum. ¿Fue este humor a menudo resultado de la edición?
Creo que es más una cuestión de encuadre. Pero en el cuarto de edición tuvimos que realmente medir o dosificar el humor, en beneficio de la progresión. El film empieza con mucho humor, pero quería que paulatinamente se volviera más serio. Entonces tuvimos que ser muy cuidadosos para no crear personajes ridículos.

Parabellum cuenta también con muchos planos estáticos; ¿Le interesa la relación entre filme y fotografía?
De hecho, en preparación para la película, tuvimos como puntos de referencia a muchos fotógrafos, y creo que uno empieza a pensar en términos de cuadros fotográficos o de pintura. También teníamos cierto número de pinturas como inspiración para el estilo de fotografía. Pero funciona bien cuando tienes espacios definidos y luego ves cómo la gente interactúa con, o es influenciada por, ellos. Sin embargo, cuánto más nos adentrábamos en la jungla, más difícil era lograr planos simétricos, por lo que tuvimos que ser más dinámicos. La segunda mitad cuenta con más tomas de cámara en mano porque era imposible mantener el rigor del encuadre.

¿Cree que el cine austríaco acentúa frecuentemente la realidad mediante la simetría (de una forma manierista) para lograr algo nuevo?
Creo que manejamos un doble movimiento. Me inspiro en espacios naturalistas, por lo que no los acentúo. Tampoco recurrimos muy seguido a directores de arte para crear un plató. En su lugar, tratamos de encuadrar los lugares que encontramos de forma que se cree un sentido de distanciamiento. Pero eso es algo muy arduo, cada locación debe ser perfecta para lograr ese efecto. Entonces tenemos un movimiento documental contra un movimiento de ficción. Tenemos una suerte de estilo documental, pero el encuadre logra casi una puesta en escena propia de la ficción.

¿Qué elementos argentinos ha introducido en su trabajo cinematográfico?
Realmente trato de jugar con formas que no son comunes en el cine argentino, aunque me inspiro definitivamente en cineastas argentinos. Trabajo en un terreno compartido entre la clase media europea y, bueno, la clase media alta argentina que retrato. Es algo que quiero explorar más. También he sacado material de la política argentina al hablar del estado actual de ese país o de los particulares miedos de la clase media alta. Miedos como que los pobres lleven a cabo una invasión de hogares. Mucha gente vive en comunidades cerradas a las afueras de Buenos Aires. Son como pequeñas ciudades con sus propias escuelas y centros nocturnos. Es como si estuvieran aisladas del resto del mundo, protegiéndose de la posible invasión del Otro.

¿Planea seguir trabajando en Argentina?
Argentina me inspira de verdad. Me da una cierta libertad, quizá porque estoy un poco más desapegado. Mi siguiente proyecto será ahí, pero también estoy interesado en filmar en Austria. No sé qué, todavía, pero me interesan mucho los problemas políticos en Europa.

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(Traducción del inglés)

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