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Silvia Luzi, Luca Bellino • Directores

“Para Il cratere buscábamos protagonistas reales"

por 

- VENECIA 2017: Il cratere, de los documentalistas Silvia Luzi y Luca Bellino, participa en la Semana de la Crítica de Venecia

Silvia Luzi, Luca Bellino  • Directores
(© Leonardo Kurtz / Settimana Internazionale della Critica)

La pareja de documentalistas Silvia Luzi y Luca Bellino han contado en su primer largometraje de ficción la historia de un padre que lo apuesta todo a las capacidades para la canción de su hija adolescente con tal de salir de los márgenes de la sociedad. Para Il cratere [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Silvia Luzi, Luca Bellino
ficha de la película
]
, seleccionada en la Semana de la Crítica de la Mostra de Venecia, emplearon a dos actores aficionados napolitanos que son padre e hija en la vida real: Rosario es vendedor ambulante de muñecos de peluche y Sharon es una jovencísima cantante neomelódica.

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Cineuropa: ¿La idea del film nació después de haber conocido a los protagonistas?
Silvia Luzi y Luca Bellino:
La historia ya estaba definida; los elementos de la realidad se añadieron después pero obviamente modelamos el guion en función de los protagonistas. Para encontrar lo que buscábamos, necesitábamos personas reales, un padre y una hija de verdad, vestidos de verdad, localizaciones de verdad. Esta era nuestra idea de cine.

¿Qué les impactó de Rosario y Sharon?
El increíble talento de Rosario y el rostro angelical de Sharon. Rosario era inconsciente del talento que tiene y su rostro transmite angustia, perseverancia y rabia. Trabajamos con ellos de forma totalmente distinta. Rosario lo tenía todo dentro y era facilísimo sacarlo a la vista; todo era muy visceral. Sharon, en cambio, aprendía su parte cada vez. Cada escena la ensayábamos varios días pero rodamos en secuencia, lo que les permitió descubrir cómo avanzaba la historia. Discutíamos cada escena con ellos, sobre todo con Rosario, que también nos echó un cable durante la fase de guion. Antes de empezar a rodar, ocurría a menudo que, de noche, escribía cosas que al día siguiente nos proponía. Algunas de ellas acabaron en la película.

¿Fue un largo trabajo?
Fue un trabajo complejo y largo porque ellos tuvieron que cambiar su propia índole: Sharon es generalmente jovial, se ríe y bromea como una niña de 15 años; en cambio, aquí tenía que interpretar a un personaje muy reflexivo, de pocas palabras, que saca lo que lleva dentro más a través de miradas. Con Rosario, al contrario, trabajamos por sustracción y lo transformamos de hecho en un padre con una fuerte voluntad que debía comprimir su rabia y expresarla a través del rostro. Fue todo un desafío para ellos.

¿Cuál fue el mayor escollo que tuvieron?
Al principio, explicar a los protagonistas lo que queríamos hacer. Después de las primeras escenas, una vez que entendieron el dispositivo que habíamos preparado, todo fue como la seda.

¿Por qué optaron por el mundo de las canciones neomelódicas?
Nos interesaba ese mundo porque es uno de los pocos espacios en que el reconocimiento ocurre inmediatamente: es un universo tan autorreferencial y pequeño, encerrado en un circuito de pueblos de Campania, pero si una canción funciona, la ven en televisión y la cantan todos al cabo de apenas una semana.

¿Teníais referencias cinematográficas o modelos?
En la película están claras y hay muchas: los Dardenne, el primer Truffaut y Kiarostami en cuanto al tipo de trabajo con adolescentes aficionados, pero no estilísticamente. Rodando no pensamos en nadie. Es la primera vez que nos encontrábamos en condiciones (también de producción) de poder trabajar con tranquilidad y hacer lo que queríamos libremente. Si hay citas, son absolutamente involuntarias.

Rosario pone cámaras por toda la casa. ¿De dónde vino esta idea de las videograbaciones?
La idea era crear un cráter en el cráter [ndt: cratere en italiano se traduce como cráter]. La casa tenía que convertirse si no en una prisión, sí por lo menos en un confín. Porque la falta de reconocimiento social lleva a uno a enrocarse en el propio mundo y defenderlo. Es una mezcla entre el control y la protección de la hija: sucede cuando el amor degenera. Él no quiere hacerse rico sino salir de una situación social desfavorable. La de Rosario es una rebelión, extravagante y trapajosa, pero rebelión. Igual que es una rebelión la de Sharon. La idea de partida en el guion era esa: dos rebeliones destinadas a enfrentarse.

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(Traducción del italiano)

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