09/09/2022 - VENECIA 2022: Hemos hablado con la periodista y directora italiana sobre su intrigante documental centrado en una mujer yihadista

Benedetta Argentieri ha presentado su fascinante documental, The Matchmaker [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Benedetta Argentieri
ficha de la película], fuera de competición en el Festival de Venecia. Hemos hablado con la periodista y realizadora sobre su ambigua protagonista, como entró en contacto con ella y cómo fue filmar en un campo de refugiados en Siria.

Cineuropa: ¿Cómo descubriste la historia de Tooba?
Benedetta Argentieri: Empecé a investigar en 2019, durante la agonía del ISIS. En ese momento quedó claro que había un gran número de mujeres involucradas, y eso es precisamente lo que llamó mi atención. Cuando fui al campamento, fue Tooba quien se acercó a mí. Vio la cámara y se mostró interesada en contar su historia. No me di cuenta inmediatamente de quién era, pero empecé a buscarla en Google y lo descubrí todo.

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¿Cómo eran las condiciones durante el rodaje?
Primero tuve que pedir permiso para poder filmar en el campamento, y eso supuso una larga espera. Esa parte de Siria está gobernada por la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria. […] Esperé un mes y medio, tratando de convencerles. […] El acceso para periodistas estaba limitado a una hora al día, y los reporteros no podían ir al campo más de dos veces, pero yo seguí insistiendo y conseguí acceso exclusivo. Es la primera película que he tenido que rodar yo sola, porque el acceso estaba limitado solo a mí. Las condiciones de rodaje fueron muy duras, ya que era verano y hacía mucho calor, llegando a veces hasta los 48 grados centígrados. A esas temperaturas, el equipo no siempre funciona bien: la cámara se apagaba de repente, por ejemplo. Además, en el campamento había muchos niños corriendo por todas partes, por lo que era ruidoso y caótico.

¿Cuánto tiempo pasaste investigando y preparándote para la película?
Investigué mucho antes de empezar a hablar con Tooba. Entrevisté a muchas otras personas, como a algunas mujeres yazidíes. En total, pasé un año en Siria, trabajando como periodista y escribiendo artículos y textos analizando la situación. Me interesaba el papel de las mujeres en el ISIS y busqué los resultados de las investigaciones al respecto, que empezaron en 2015. Es un tema muy controvertido. Sé que para las mujeres había muchas formas de participar, no se limitaban a estar confinadas en casa. Con esta película, quería desafiar la forma en la que los medios de comunicación las representan. Tenemos que entender por qué tantas personas deciden abandonar sus hogares y unirse a un grupo terrorista, como hicieron estas mujeres.

¿Estuviste en peligro en algún momento durante la producción de la película?
Pasé mucho tiempo en la primera línea del frente, pero el propio campamento es un lugar muy peligroso. En 2020, la ONU declaró el campo de refugiados de al-Hawl como el lugar más peligroso de la Tierra en ese momento. Actualmente, es muy violento y está segregado. Cuando te presentas allí con una cámara, los presos intentan atacar al equipo y al personal. Siempre intenté ser muy respetuosa. Aun así, hubo muchas revueltas e incidentes.

¿Tuviste algún problema al tratar con Tooba?
Necesitamos mucho tiempo para alcanzar el equilibrio adecuado y poder mostrar a Tooba exactamente como yo la veía. Al principio, era muy dulce conmigo, pero luego se volvió más distante y cautelosa cuando vio que no podía manipularme como quería. Es muy inteligente y competente. Lloró mucho, y una parte de mí sintió empatía, pero no quería que utilizara la película como disculpa. Tenía que preguntarme cómo tratar a alguien que había tomado la decisión de unirse al ISIS. Por otra parte, no podía ignorar la situación en la que se encontraba: estaba luchando por su vida y por la de sus hijos. Creo que es importante mostrar que nadie es completamente bueno o malo; se trata de matices y de comprensión. Lo que me resultó particularmente interesante fue cuando habló de su vida en Londres. Cuando habló del hecho de que buscaba la felicidad, aunque desde fuera podrías haber pensado que tenía una buena vida. Me di cuenta de que, al igual que ella, muchos de nosotros llevamos una vida muy fragmentada, en la que intentamos encontrar un sentido. Creo que este es el punto clave. No se trata simplemente de que estén locos, sino del tipo de sociedad en la que crecemos y el tipo de valores que tenemos. Y ellos son los que los desafían.

(Traducción del inglés)