11/09/2023 - VENECIA 2023: El director francés habla sobre su primer largometraje, una película repleta de energía que bajo la apariencia de una cinta de terror trata la alienación de los jovenes de los suburbios

Vermin: La plaga [+lee también:
crítica
entrevista: Sébastien Vaniček
ficha de la película], de Sébastien Vaniček, la película de clausura de la Semana Internacional de la Crítica del Festival de Venecia, relata la historia de un grupo de jóvenes que viven en los suburbios de París y ven cómo su vida se ve alterada ante la repentina invasión de arañas gigantescas.

Cineuropa: La imagen que das en tu película de los suburbios va más allá de los clichés, con personajes que crecen juntos y se apoyan mutuamente. ¿Por qué quisiste transmitir esta imagen?
Sébastien Vaniček: Crecí en Seine-Saint-Denis, el lugar donde rodé la película. La imagen de los suburbios como lugares violentos llenos de tráfico de drogas y miseria no se corresponde en absoluto con la percepción que yo tuve cuando viví allí durante mi infancia, por lo que me vi en la necesidad de contar mi versión de la historia. Cuando vives en un edificio donde todos se conocen, enseguida te das cuenta de que los vecinos se ayudan y se apoyan los unos a los otros. Los problemas suelen venir de fuera, de la imagen que los forasteros tienen de los suburbios. Es la xenofobia y el miedo a los extranjeros lo que verdaderamente crea tensiones dentro de este tipo de barrios. Así pues, lo que quería retratar en Vermines es el hecho de que se juzgue a las personas simplemente por su apariencia o sus orígenes. Quería mostrar las consecuencias de la mirada externa sobre la realidad en la que viven los personajes. El género de terror me ayudó bastante a abordar el tema. Pensé en la araña para Vermin: La plaga porque, al igual que ocurre con los personajes, se trata de una criatura a la que se juzga continuamente por su apariencia. La araña representa el tipo de sentimientos que podemos experimentar en estos contextos, o al menos lo que yo sentía como joven de la banlieue.

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Como bien dices, los momentos aparentemente "ligeros" de las películas de terror suelen llevar implícito cierto mensaje político, ¿verdad?
Sí, Stephen King afirmó una vez que "el terror es la mejor manera de hablar de los seres humanos", y tal vez la más sana también, porque no muestras las cosas, sino que las insinúas, de manera que quienes quieran verlas y estén sensibilizados con el mensaje las verán y las sentirán, y los demás se lo pasarán bien viendo la película de todos modos. Creo que es una buena manera de llegar a un público más amplio, de hablar de cuestiones políticas serias sin hacer necesariamente una película de autor, que no es mi estilo.

¿Qué criterio utilizaste a la hora de escoger a tus actores y cómo fue la experiencia de trabajar con ellos?
Fue bastante fácil trabajar con un reparto así, ya que estaba compuesto tanto por actores que elegí desde el principio —y de cuyo potencial era consciente— como de varios intérpretes que descubrí durante las sesiones de casting. Todos pertenecemos a la misma generación, tenemos el mismo lenguaje, la misma forma de expresarnos y las mismas referencias cinematográficas. Pero ante todo, se trata de seres humanos con los que quería compartir esta aventura. Para mi primer largometraje, he elegido a los mismos técnicos con los que hice todos mis cortometrajes, una veintena de personas con las que llevo trabajando ya diez años. Los actores hicieron un gran esfuerzo tanto físico como mental, corrieron y gritaron, pasaron frío y sudaron la gota gorda, y todo porque querían hacer una gran película. El ambiente fue estupendo, tuvimos mucha suerte, y creo que esta cohesión se puede apreciar perfectamente en las imágenes. Tuve una mentalidad muy abierta en cuanto a las sugerencias de los actores, ya que lo que cuenta para mí es el contenido, no la forma. Antes del rodaje, tuve la suerte de recibir una serie de consejos de Alexandre Aja, el mejor director francés de películas de terror. Aja me dijo: "Si un actor te dice que algo no está bien, tienes que escucharle y tenerlo en cuenta, porque tiene toda la razón del mundo". Desde un punto de vista estético, la película está rodada de forma muy natural, casi como un documental. Di rienda suelta a mis actores para que corrieran de un lado a otro al tiempo que yo intentaba captar todo lo que podía.

No fuiste a la escuela de cine, hiciste unos cuantos cortometrajes y este es tu primer largometraje. ¿Crees que esto ha sido un punto fuerte?
Tengo la impresión de que, al pasar más tiempo haciendo películas que estudiándolas, me he encontrado a mí mismo como director y he podido desarrollar mi propio estilo. En la actualidad, lo que hago es todo lo contrario, es decir, veo muchas películas para "rellenar" mis pequeñas lagunas teóricas, y aprendo mucho de los maestros. Pero es cierto que haber hecho tantas películas con mis compañeros durante mi adolescencia me dio la oportunidad de experimentar, de comprender lo que funcionaba y lo que no. Siempre encontrábamos la manera de recuperar algo del pasado, siempre conseguíamos hacernos con una cámara para el fin de semana. Cuando conocí al productor de Vermines, todo pasó muy rápidamente, porque ya contaba con una formación sólida y un equipo igualmente sólido.

(Traducción del francés)