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SAN SEBASTIÁN 2023 Competición

Joachim Lafosse • Director de Un silence

"El veneno del crimen se propaga creando vergüenza, silencio y culpabilidad"

por 

- El intenso film del director belga mira directamente hacia el papel del silencio en los casos de abusos a menores

Joachim Lafosse  • Director de Un silence

Nos hemos sentado a hablar con el director belga Joachim Lafosse acerca de su décimo largometraje, Un silence [+lee también:
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—presentado en competición en el Festival de San Sebastián—, una película pesada con una estética sumamente sombría que explora el papel que desempeña el silencio en los casos de abusos a menores.

Cineuropa: ¿En qué te basaste para hacer Un silence?
Joachim Lafosse: Empecé a trabajar en este proyecto con mi coguionista Thomas Van Zuylen hace más de diez años. Lo que creamos en aquel momento tenía una forma completamente distinta, pero la cuestión es que a mis productores les pareció demasiado pesado. Por tanto, pasé página e hice otras películas, hasta que Stenola Productions se cruzó en mi camino y, al mismo tiempo, recibí una llamada telefónica de una persona cercana que me dijo que por fin había visto mi película Elève libre [+lee también:
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[nota del editor: la historia de un adolescente maltratado por un profesor que se pasa de la raya], un largometraje que mis amigos le aconsejaron no ver cuando se estrenó. Esta persona se disculpó por no haberla visto antes, por no haber tratado de entenderla, y me preguntó si quería presentar una denuncia, pero yo ya había hecho la película, ya había contado mi historia. Aunque la ficción quitó hierro al asunto, fue un proceso durante el que sufrí mucho, no tenía fuerzas para presentar ninguna denuncia ni para exponerme de una forma tan directa, como hizo Christine Angot, por ejemplo, cuando se armó de valor para hablar de la dimensión autobiográfica de su obra. Se trata de una época en la que prefería mantener el silencio. Elève libre no sirvió para que la gente me preguntara cómo me sentía, aunque las personas que me conocían desde que era un adolescente estaban al tanto de todos los detalles de mi situación. No me di cuenta de lo que eran la vergüenza y el silencio hasta ese momento.

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Esa fue la razón por la que, a la hora de escribir la película, aquello en lo que decidí centrarme fue en mi propio silencio y el de la gente que me rodeaba. A continuación, pensé que lo mejor sería adoptar el punto de vista de la madre, Astrid. Los maltratadores callan, y los que lo saben pero no tienen nada que ver con el delito acaban callando también, hasta el punto de sentirse cómplices y culpables del delito.

Este silencio no suele ser el de las víctimas, ya que ellas sí que hablan, ya sea a través de las palabras o de sus cuerpos. El problema es que no las oímos, no encuentran oídos que estén dispuestos a acoger su voz liberada...
Sí, estoy totalmente de acuerdo. Yo rodé Elève libre a modo de forma de expresión, y resultó horrible escuchar cómo ciertas personas calificaban mi película de perversa, sentí como si mis propias palabras se hubieran vuelto contra mí. De hecho, hubo gente a la que pareció gustarle la película y, aun así, ¡acabaron por tacharla de libertaria! Las reacciones de la gente habrían sido completamente distintas si hubiera estrenado Elève libre tal día como hoy. Y es que las cosas han cambiado por completo en los últimos 10 años. No hay que olvidar que una obra está compuesta por dos autores: el cineasta y el espectador. Y con el tiempo, la forma de interpretar las obras de arte cambia. Con Un silence, quería mostrar la facilidad que tiene el veneno de un crimen para propagarse a través de la vergüenza, el silencio y la culpa, así como el enfrentamiento entre generaciones. Creo que Astrid le abre las puertas de la libertad de movimiento y expresión a una hija que, a cambio, decide sacudirla, y eso constituye algo de lo más conmovedor.

¿Qué te hizo decantarte por Astrid como el personaje a través del que abordar el tema del silencio?
La verdad es que la elección no pudo ser más intuitiva, porque fue su perspectiva lo que captó mi atención desde el primer momento. Se trataba del personaje que más barreras construyó a su alrededor. En cuanto se entera del crimen, es ella la que demuestra no haber sabido crear un entorno de protección, por lo que también es culpable. Y es que retrasa tanto el momento de hablar, que hablar acaba por convertirse en una opción inviable. Espera a que se le pase, en cierto modo, pero ese momento nunca llega.

¿Qué criterio utilizaste a la hora de escoger la forma de mostrar la perspectiva de Astrid acerca de esta situación?
De todas mis películas, esta es en la que más exigente hemos sido en cuanto a la puesta en escena, tanto mi equipo como yo. Como se trataba de una situación tan enrevesada, llegamos a la conclusión de que necesitaríamos una puesta en escena lo más clásica posible, una en la que nada trascendiera demasiado. Tenía que ser una puesta en escena silenciosa que no quitara ni una pizca de protagonismo a la propia historia, teníamos que evitar cualquier manifestación de sentimentalismo a toda costa. Se trataba de mantener una sintonía clásica, aunque no en el sentido negativo del término, por supuesto. Escribir no fue nada fácil; de hecho, es más fácil escribir con la cámara al hombro, cuando te puedes mover sin ningún tipo de obstáculos. La película cuenta con tomas rodadas mediante una plataforma móvil. Pensé que la Steadicam sería demasiado convencional, demasiado sexy, demasiado espectacular.

Astrid es un personaje sumamente complejo, y su identidad tan burguesa hace que resulte muy tentador juzgarla.
Sí, aunque ella misma acaba saliendo de la negación. Desde el principio, la burguesía constituyó una de las dimensiones más importantes de la obra para mí. La violencia no entiende de estatus. La conciencia de las leyes universales por las que se rige la humanidad no depende de los medios de los que dispongas. La burguesía ofrece quizás aún más herramientas para ignorar estas leyes, de manera que crea la ilusión de que es posible lograr una especie de libertad total cuando tienes todo tipo de medios culturales y financieros a tu alcance.

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(Traducción del francés)

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