24/02/2024 - BERLINALE 2024: La cantante convertida en directora italiana nos presenta a una aislada protagonista que descubre la alegría de la música al unirse a un grupo de chicas con talento

(© Dario Caruso/Cineuropa)

La cantautora italiana Margherita Vicario ha debutado como directora conGloria! [+lee también:
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ficha de la película], una historia musical ambientada en el 1800 y en un orfanato/conservatorio del que es difícil escapar. Pero también es ahí donde la aislada, y supuestamente muda, empleada doméstica Teresa (Galatéa Bellugi) descubre la alegría que la música puede brindar, haciendo equipo con un grupo de chicas talentosas. Vicario nos analiza su película, seleccionada en la competición de la Berlinale.

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Cineuropa: ¿Que te hizo querer empezar en el mundo de la dirección?
Margherita Vicario: Siempre he querido hacer esto. Era un sueño tan grande. Empecé con la actuación y luego pasé a componer canciones. Pero siempre he estado trabajando en posibles ideas para películas; y esta vino a mí incluso antes de decidir que la quería dirigir yo. Estaba ocupada con la música, nunca tenía suficiente tiempo y después conocí a un productor. Escuché: “¿Tienes una historia?” Ya había estado investigando sobre este sitio, así que le dije: “En realidad, la tengo”. No creo que dirigir sea un cambio tan grande porque, al final, lo quiero hacer todo.

Hasta estuviste en el equipo de Woody Allen (para A Roma con amor [+lee también:
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ficha de la película]), por lo que no eres precisamente una novata. En Gloria!, muestras cuánta alegría puede generar la música. ¿Tú aún la sientes?
Por supuesto. No es solo la alegría; es el éxtasis de la música. Para mí, es un sentimiento tan poderoso. La música es alegre cuando estás sola pero también cuando estás rodeada de personas. Yo soy una artista y da mucho gusto poder expresar todos estos sentimientos de esta manera.

En la película alguien dice: “Estoy cantando mis pensamientos”. Es muy simple, pero tiene todo el sentido del mundo.
Para una compositora, ese es el secreto. Por supuesto, en el pop, normalmente se coge a todo un equipo de personas que trabajan juntas para conseguir la canción perfecta. Pero me gusta cuando escuchas algo y sientes que entiendes a la persona que lo ha escrito.

Durante la proyección, dos personas que estaban sentadas justo a mi lado no paraban de moverse al ritmo de la música.
¿A lo mejor eran mis amigos? ¡Vinieron muchísimos de ellos a Berlín [se ríe]! No quiero que suene trivial, pero pensaba mucho en el ritmo: sobre Charlie Chaplin en Tiempos modernos o películas antiguas de Disney. Pero ahí también hay un significado más profundo: Teresa está sobrellevando una vida muy difícil. La música es su único refugio.

Las películas de época a veces nos sorprenden con su uso de la música contemporánea, como María Antonieta, por ejemplo. Puede ser un contraste muy poderoso, ¿pero por qué quisiste hacerlo tú?
Quería que la película fuera realista, aunque sea una fábula y vi la creatividad de estas chicas como algo muy personal pero también interno. ¡Nadie sabe nada de ellas! Ya no quedan muchas composiciones de esas huérfanas. [La compositora italiana nacida en 1745 Maddalena Laura Sirmen es una de las pocas que recordamos en realidad. Sus obras existen porque su maestro básicamente le dijo: “Tienes talento, pero te tienes que casar con un músico. Es la única manera para poder continuar”. Como yo lo veo, Teresa podía tocar lo que sea que quisiera; después de todo, no estaba entrenada de forma clásica. Yo también soy una música autodidacta. Es sobre su fantasía personal. No es del todo acertada, por supuesto, pero es parte de ese sueño.

Una de sus compinches, Lucia, quiere compartir sus composiciones con su profesor y la rechazan de inmediato. ¿Fue este momento, cuando ni siquiera te dan una oportunidad, algo con lo que te podías sentir identificada?
Por supuesto. Pasó al principio de mi carrera. Alguien me dijo: “Vale, supongo que puedo escuchar tus cosas”. Es el momento más doloroso, cuando otros se piensan que saben de lo que eres capaz y no te dan ni siquiera una oportunidad sin razón aparente. La historia de la música está llena de casos así. Para crear, necesitas ser la hija o la mujer de alguien. Estas mujeres compositoras al final eran capaces de alcanzar la fama, pero, de todos modos, a muchas las miraban por encima del hombro.  

Gloria! trata sobre cómo esas chicas aprenden a trabajar juntas. Está arraigada en la solidaridad femenina, pero no te entusiasme demasiado ese tipo de dinámica. Ellas se pelean.
Tengo hermanas y a veces simplemente nos odiamos entre nosotras. Creo que por fin nos estamos deshaciendo de la idea de que las mujeres se tienen envidia. Puede pasar, por supuesto, pero los hombres también perpetúan esta creencia. Solo se siente anticuado y no estoy interesada en ello. Cuando era más pequeña no tenía muchas amigas, pero cuanto más mayor me hago, más cambia ese hecho. Acabamos apreciando el valor de la sororidad, que supone un lazo tan poderoso.

(Traducción del inglés por Joanna Sánchez Moya)