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BIF&ST 2024

Vincent Perez • Director de Une affaire d'honneur

“El vínculo entre los personajes es que todos se están reconstruyendo a sí mismos”

por 

- El actor suizo nos habla de su cuarto trabajo como director, proyectado en el Bif&st de Bari, que nos transporta a la edad de oro de los duelos, en un mundo que experimenta profundos cambios

Vincent Perez • Director de Une affaire d'honneur
(© Bif&st)

Está claro que Vincent Perez no es nuevo en esto de actuar en películas de capa y espada, y prueba de ello son películas como Il cavaliere di Lagardère, La reina Margot o Fanfan la Tulipe [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
). Ahora, el actor suizo está de vuelta con Une affaire d'honneur [+lee también:
crítica
entrevista: Vincent Perez
ficha de la película
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, su cuarto largometraje como director, que gira precisamente en torno a los duelos. Nos hemos sentado a hablar con él sobre su película —en la que también interpreta un papel—, que ha sido presentada en el Bif&st de Bari, donde también se ha estrenado a nivel mundial.

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Cineuropa: ¿Crees que esta historia sobre el honor y la reputación guarda alguna relación con la sociedad actual?
Vincent Perez:
Creo que esta historia tiene diferentes vertientes. La primera, que es la más difícil de discernir, es que se trata de un mundo al borde de una nueva era. Y es esto mismo lo que estamos viviendo también a día de hoy, lo cual hace que todos estemos un poco nerviosos ante tantas guerras y misterios en torno a la inteligencia artificial… Ahora imagínate en aquella época, a finales del siglo XIX, en Francia. La gente empezaba a hablar de electricidad y todo el mundo se ponía muy nervioso, ya que corría el rumor de que podías quedarte ciego si permanecías demasiado tiempo mirando una bombilla eléctrica. Y luego está el tema de la reputación; perder tu reputación hoy en día, con las redes sociales, puede ser devastador, porque adquiere unas dimensiones enormes. Antiguamente, había una manera de asegurarte de que no se manchara tu reputación, y consistía en llamar a testigos y organizar un duelo en 48 horas, de manera que había un perdedor y la ofensa quedaba neutralizada para el ganador.

El final del siglo XIX constituyó también el momento en que se instauró la libertad de prensa. Los periodistas podían decir lo que quisieran, por lo que las demandas de reparación se multiplicaron.
Aunque los duelos ya existían antes, no se convirtieron en algo habitual hasta que se abolió la censura en 1881. Mi película está ambientada en 1887, durante la edad de oro de los duelos. En aquella época, había un duelo al día y una muerte cada 35 duelos, y la mitad de los participantes en los duelos procedían del mundo de la prensa o la literatura.

Muchos de los personajes de la película existieron de verdad. ¿Qué tipo de investigación realizaste?
La película se basa en gran medida en lo que Adolphe Eugène Tavernier [el encargado de la sala de esgrima en la película, interpretado por Guillaume Gallienne] escribió en su libro L'art du duel, publicado en 1886. Era una especie de intelectual del mundo de la esgrima. También es cierto que los grandes periódicos de la época tenían sus propias salas de esgrima para formar a sus periodistas en las técnicas necesarias para batirse en duelo. Ferdinand Massat [Damien Bonnard], director del periódico, también existía en la realidad, al igual que Marie-Rose Astié de Valsayre [Doria Tillier], a la que a menudo arrastraba por el fango. Pero ella era una mujer de ideas modernas dispuesta a defender su honor con la espada. El maestro de esgrima [Roschdy Zem] es el personaje más "inventado", pero tenía muchas fuentes en las que inspirarme: siempre que miraba los dibujos de la época me encontraba con un personaje árabe en las salas de esgrima. Lo único que me inventé fue el combate entre Massat y Astié. En realidad, ella hizo todo lo posible para batirse en duelo con él, pero él nunca accedió, así que la película es una forma de concederle el combate que siempre quiso.

Supongo que el romance entre Astié y el maestro de esgrima es ficticio, ¿no?
El vínculo entre todos los personajes es la conexión con la guerra franco-prusiana, ya que, tras la humillante derrota, todos se ven obligados a rehacer sus vidas. Así pues, sí que hay un vínculo, pero parece que se trata más bien de dos personas que son almas gemelas, dos almas perdidas. Ella quiere dar a las mujeres una posición diferente en la sociedad, pero eso resultaba imposible en el mundo masculino de aquella época. Las mujeres ni siquiera tenían derecho a voto. En la película, ella representa el futuro. El personaje que yo interpreto, el coronel Berchère —el villano—, que también existía, representa el pasado. Y el único que puede avanzar hacia un mundo nuevo en la película es el maestro de esgrima, pues gracias a su relación con ella, tendrá el poder de cambiar las cosas.

Es la primera vez que actúas en una película de la que eres el director. ¿Cómo dirías que ha ido la experiencia?
Fue interesante formar parte de la película como actor. Normalmente, los directores se sienten excluidos del reparto, pero al formar parte de él, comprendí desde dentro —aunque solo fuera a través del maquillaje— por lo que estaban pasando mis actores. La escena más difícil de rodar fue sin duda la del caballo, en la que tuve que dirigir a un caballo con una espada en la mano. La escena supuso todo un reto, pero salió muy bien y la rodamos en tres días, que es muy poco tiempo.

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(Traducción del inglés)

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