20/05/2009

El público que acudió esta mañana a la proyección de Land of Madness [+lee también:
tráiler
ficha de la película], del cineasta y crítico Luc Moullet, que participa por tercera vez en la Quincena de Realizadores, seguramente no esperaba divertirse tanto. Este documental, que se anunciaba como un estudio de los desordenes mentales en la región de los Alpes del Sur, de la cual el autor es originario, escapa completamente a la seriedad que la sinopsis sugiere gracias a la narración de sórdidos relatos por parte de un hilarante cómico.

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Moullet comienza por presentarse a sí mismo como un original solitario y consumidor de cine, hijo de un padre paranoico, y admirador, uno tras otro, de Stalin, Hitler, Mitterrand y Mao. La tesis del autor es que su región, más concretamente la que denomina “el pentagrama de la locura”, una zona delimitada por cinco pueblos con Digne como epicentro, es especialmente propicia para la enajenación mental, causada, dice, por varios males como la consanguinidad, las enfermedades tiroideas, los efectos de Chernobil, el aislamiento o la neurastenia rural, y cita como apoyo para su teoría innumerables sucesos terribles, de inmolaciones a otros homicidios familiares con opción suicida consecutiva, narrados por personajes locales asombrosamente divertidos.

Así, comentando la historia de un carnicero esquizofrénico culpable de haber descuartizado a su hija y haber transportado los trozos en autobús, el tabaquero de la esquina declara: “No aprecio en absoluto lo que hizo”. Otro personaje local, de una prolijidad confusa, uno de los personajes recurrentes favoritos de los espectadores, admira con candor el ingenio de los suicidas: “No está nada mal, a mi no se me hubiera ocurrido”. Se puede también citar el caso de este hombre que, sospechando que su sobrino molestó a su hermano, se encarga de él poniendo un poco de veneno en su biberón.

(Traducción del francés)