19/09/2011

De las 18 películas candidatas en la reunión del comité de selección de la película que representará a Bélgica en la próxima edición de los Oscar, Bullhead [+lee también:
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ficha de la película] y El niño de la bicicleta [+lee también:
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ficha de la película] compartían favoritismo. La tercera opción, la alternativa del momento, era Hasta la Vista [+lee también:
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entrevista: Geoffrey Enthoven|
ficha de la película], de Geoffrey Enthoven.

La elección de la representante belga en los Oscar ha seguido normalmente por el cauce, pacífico y milagrosamente pertinente, de la alternancia entre las producciones flamencas y las producciones francófonas: en 2007, Ben X [+lee también:
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ficha de la película], de Nic Balthazar; en 2008, Eldorado [+lee también:
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ficha de la película], de Bouli Lanners; en 2009, The Misfortunates [+lee también:
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ficha de la película], de Felix Van Groeningen; en 2010 Illégal [+lee también:
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entrevista: Olivier Masset-Depasse
ficha de la película], de Olivier Masset-Depasse.

Así, no sorprendió especialmente que el jurado anunciase finalmente que la candidata belga sería Bullhead, primer largometraje del director flamenco Michael R. Roskam. La selección es un eslabón más en la larga cadena de éxitos de la película: más de medio millón de entradas vendidas en Bélgica, buena acogida en el festival de Berlín, numerosos premios en otros certámenes y críticas entusiastas en las dos regiones lingüísticas del páis; todo ello, producto de la eficacia del film y de la estupenda interpretación de Matthias Schoenaerts, que podría describirse como un papel de Oscar.

Sin embargo, a esta elección, lógica y prometedora, ha reaccionado negativamente Philippe Reynaert, figura mediática bastante conocida por el público belga (francófono) y director del fondo de inversión audiovisual valón Wallimage, institución que se opone a la selección de Bullhead. A pesar de haber apoyado la película en su estreno y de que ésta ha contado con las ayudas de Wallimage-Bruxellimage, Reynaert lamenta que el jurado haya hecho caso omiso de las posibilidades de la película de los hermanos Dardenne, cuyo distribuidor en EE UU parecía haberlo apostado todo a que El niño de la bicicleta habría figurado en el quinteto final. Desde su punto de vista, esta estrategia, basada en la participación en el festival de Telluride, en la fama adquirida por Cécile de France a raíz de su papel en la última película de Clint Eastwood y en el éxito de la cinta en Cannes, convertían a El niño de la bicicleta en un candidato mejor.

Aunque la designación de las cinco nominadas al Oscar a la mejor película en lengua no inglesa no es una ciencia exacta, no cabe duda de que algunos factores externos pueden resultar determinantes. Bullhead cuenta, por supuesto, con algunos activos en este sentido: la interpretación de Schoenaerts lo tiene todo para seducir al jurado estadounidense; el actor, además, se verá pronto las caras con la industria de EE UU con el remake de Loft [+lee también:
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ficha de la película], que Erik Van Looy rodará este verano. La existencia misma de este remake pone de manifiesto cierta connivencia en el seno de la industria cinematográfica norteamericana hacia un cine flamenco que usa códigos narrativos que funcionan con aquel público. Por otra parte, aunque Bullhead es claramente una película flamenca, muestra de forma notable la otra mitad del país del que proviene: la película, como apuntó hace poco la revista americana Variety, es casi bilingüe, contiene personajes valones y transcurre parcialmente en Valonia. ¿Cabe diferir una interpretación de una “identidad belga” en la pantalla? Si la respuesta es sí, Bullhead sería un candidato ideal para una Academia que desde 2009 premia obras con una fuerte componente nacional en detrimento de obras que se coronaron en la Croisette: Departures (Japón) en 2009 en lugar de La clase [+lee también:
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ficha de la película] (Argentina) en 2010, por Un profeta [+lee también:
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ficha de la película] (Dinamarca) en 2011 en vez de Biutiful [+lee también:
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ficha de la película].

Es también sabido que, a pesar de su talento y su influencia decisiva en el cine mundial, los Dardenne no han gozado del favor de los académicos: en ninguna de las tres ocasiones que los hermanos han representado a Bélgica (con Rosetta en 1999, El niño [+lee también:
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ficha de la película] en 2003 y El hijo [+lee también:
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entrevista: Luc & Jean-Pierre Dardenne
ficha de la película] en 2005) han terminado entrando en el grupo de las nominadas.

Al fin y al cabo, todo este asunto no es más que la historia del vaso medio lleno o medio vacío: ambas películas tienen sus puntos fuertes de cara a lo que suele esperarse de la Academia. Veremos el próximo 24 de enero si la elección del comité de selección ha sido buena.

(Traducción del francés)