22/09/2011

El director sueco Björn Runge, que obtuvo un Oso de Plata en Berlín 2004 con Daybreak, compite por primera vez en el concurso del Festival de San Sebastián con Happy End [+lee también:
tráiler
ficha de la película], una película que cierra su trilogía sobre la “liberación” personal a través de un sobrio y durísimo drama que fue bien recibido por el público y dejó muy fría a la crítica.

Basada en un guión escrito por el danés Kim Fupz Aakeson y un reparto encabezado por la reconocida actriz nórdica Ann Petren, Happy End gira alrededor de los vínculos de pareja o familiares que existen entre Jonna, Peter, Katrine, Asger y Mårten, llenos de falsedades , mentiras, maltratos psicológicos y violencia que llevan sus vidas a situaciones límite donde las salidas se perciben con dificultad. Una solución vital de liberación que puede venir de las interacciones que se establecen entre los personajes y provocar una variación en la autopercepción que tiene cada uno de sí mismo.

La película se sostiene en torno al notable trabajo de todos los actores pero repite todos los esquemas ya conocidos de este tipo de dramas, muy vistos en el cine escandinavo, sin aportar variaciones novedosas. Uno de los aspectos visuales más destacados en relación a otras películas nórdicas es el tratamiento de la iluminación, para el que recibieron asesoramiento nada menos que de un mito de la luz en el cine como es Vittorio Storaro. Su trabajo consistió en utilizar diferentes tipos de iluminación para las distintas escenas y variar los sombríos tonos nórdicos hacia tratamientos más luminosos.

Interrogado en la rueda de prensa sobre el título de la película, Björn Runge explicó que su ambigüedad tenía como fin que el espectador entendiera qué les sucede a los personajes, dejando las puertas abiertas a múltiples interpretaciones.

La producción de Happy End la han realizado Madeleine Ekman y Martin Persson para Zentropa International Sweden y las ventas internacionales corren a cargo de TrustNordisk.