02/03/2012 - La segunda edición de When East Meets West dedica una mesa redonda al papel de los fondos regionales en las coproducciones internacionales

El papel de los fondos regionales en las coproducciones internacionales fue uno de los temas tratados en las mesas redondas de la segunda edición de When East Meets West que más interés despertó, lo cual no resulta sorprendente lo fundamentales que resultan en la producción independiente europea. Este debate contó con la presencia de representantes de dos fondos escandinavos (Ralf Ivarsson, de Film i Skane, y Anthony Muir, de Film i Vast), uno alemán (Brigitta Manthey, de Medienboard Berlin Brandenburg) y otro italiano (Paolo Vidali, de FVG Audiovisual Fund, organizadora del evento).

Tras repasar la muy dispar cuantía de los fondos a disposición (de los 21 millones de euros de Medienboard a los 500.000 euros de FVG), los representantes hablaron sobre su perfil de actividades en el ámbito de la coproducción. Así, por ejemplo, el 35% de los proyectos apoyados por Medienboard son coproducciones, generalmente minoritarias, pero es obligatorio que tengan un acuerdo de distribución para Alemania. Manthey quiso recordar la importancia que tienen los fondos regionales en la producción alemana, ya que el 55% de la financiación pública para la cinematografía procede de ellos.

Ivarsson, por su parte, se mostró categórico al afirmar que “el incremento de los fondos regionales ha impulsado el número de coproducciones europeas”. Un hecho muy beneficioso, ya que, como subrayó Vidali con respecto al fondo de FVG, “la coproducción es muy importante para el desarrollo de los profesionales y las compañías. Para nosotros no es tan importante que se gaste el dinero en la región como que nuestras compañías estén involucradas”.

Por su parte, Film i Vast, según ha confirmado Muir, tiene dos perfiles editoriales distintos en función de si es una producción sueca o una coproducción. Para estas últimas, han estado “buscando proyectos con potencial para festivales”. Sin embargo, dice que las coproducciones con, por ejemplo, países de Europa del Este pueden esconder problemas ya que “la diferencia en los costes pueden aumentar el presupuesto enormemente”.