06/04/2012 - La International Film Festival Summit reúne a directores de festivales para que evalúen el uso de las redes sociales y de Internet como plataforma de exhibición de cine.

Directores de festivales provenientes de lugares tan dispares como Copenhague, Estocolmo, Edimburgo, Venecia, Tallín, Moscú, Oldenburgo, Sofía, Friburgo, Reino Unido, Polonia, Eslovaquia, Países Bajos, Sudáfrica y Estados Unidos se reunieron durante dos días en París con motivo de la International Film Festival Summit (IFFS) para discutir varios temas concernientes al uso de las redes sociales y el uso de Internet como plataforma de exhibición de cine.

Todos los participantes estuvieron de acuerdo en que las propias páginas web, así como Facebook y Twitter para optimizar la comunicación de las actividades propias, son recursos ineludibles sobre los que, no obstante, cabe precisar algunos asuntos. Füsun Eriksen, director del festival BUSTER de Copenhague, destacó la precaución que ha de tenerse con los contenidos de los mensajes enviados al público joven a través de las redes sociales cuando estas actividades gozan de ayudas públicas. La gestión generacional cobra importancia en la medida en que a un amplio sector del público interesan bien poco las nuevas tecnologías y es preciso dirigirse a ellos a través de los medios de comunicación clásicos. Uno de los participantes afirmó haber modernizado toda la comunicación online de su entidad para no verse obligado a dar marcha atrás hacia una presentación más tradicional: “el público nos devuelve a una realidad que no se mueve tan rápido como pensamos”.

En lo que respecta al Business To Business, las novedades se suceden a gran velocidad; por ejemplo, en los mercados de cine online, como el Black Market de Tallin o las video-library. “Disponemos de las estadísticas: quién ha visto la película, por cuánto tiempo… Tamién podemos establecer formas de acceso diferenciadas en función de compradores y periodistas, excluir algunos territorios, funcionar por invitaciones…”, comentó Tillman Sheel, director de la plataforma ReelPort. En su opinión, a escala global “lo importante es saber lo que queremos hacer con la tecnología: los grupos meta, los derechos, si queremos vender más entradas en un festival o preferimos la publicidad”. Los participantes se mostraron conformes al argumento de que cada grupo se dirige a sus propias redes sociales y que identificar estas es una ventaja importante. Según Renaud Visage, de Eventbrite, las preguntas clave en relación a los festivales son "¿quién va a estar allí? " y "¿con quién nos vamos a encontrar? ".

En cuanto a las proyecciones online de películas seleccionadas después o incluso durante el festival, los puntos de vista son más divergentes. El problema de la negociación y de la adquisición de los derechos es insoslayable para algunos festivales, si bien se ha intentado superar este obstáculo con el apoyo de patrocinadores. Para Tillman Sheel “este tipo de marketing no puede funcionar más que en dos o tres festivales por país: aquellos que han desarrollado una marca de verdad”.

Por último, la posibilidad de ofrecer a los profesionales la ocasión de ver las películas online no debe hacernos olvidar que “nada es comparable con la acción de sentarse en una sala junto a un verdadero público”; la experiencia prueba asimismo que el veredicto de los jurados que ven una película en DVD o una tableta difiere radicalmente del que pronuncian cuando asisten a la sala de proyecciones.

Entre los numerosos participantes de las dos jornadas de la cumbre podemos citar, entre otros, a Jérôme Paillard (director del Marché du Film del festival de Cannes), Giorgio Gosetti (director de los Venice Days de la Mostra y responsable de la programación del festival de Reikiavik), Chris Fujiwara (director artístico del festival de Edimburgo) o Régine Hatchondo (directora general de Unifrance).

(Traducción del francés)