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VENECIA 2013 Venice Days

Un hombre compra un bebé en Alienation

por 

- Christos Stergioglou es el protagonista del debut del director búlgaro Milko Lazarov

Un hombre compra un bebé en Alienation

Una casa en mitad del bosque. Una esposa apática y una madre enferma. Yorgos tiene  motivos para sentirse alienado en el debut del director búlgaro Milko Lazarov. Sin embargo, este hombre griego de mediana edad quiere convertirse en padre y para ello planea comprar un niño en Bulgaria. Christos Stergioglou (Canino, The Eternal Return of Antonis P [+lee también:
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, una cinta dividida en tres partes y compuesta por largas secuencias, un ritmo lento y pocos diálogos, que tiene en el magnetismo del actor griego su mayor atractivo.

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En la primera parte se ve a Yorgos en su vida cotidiana: caza, sexo silencioso con su mujer, cuidados a la madre postergada en la cama. Ha quedado con alguien, pero no sabemos dónde ni por qué. Coge el coche y se va. En la segunda parte lo vemos de viaje. Conduce toda la noche. Llega a su destino y tres personas suben al coche, entre ellas una mujer embarazada. La joven (Mariana Jikich) tiene el dolor reflejado en los ojos: por algunos millares de euros está vendiendo al bebé que lleva en el vientre. La tercera parte es la espera. Los cuatro (Yorgos, la joven, su hermano y la matrona) pasan juntos el tiempo que queda hasta el nacimiento. Dará a luz una noche de tormenta y el grito del recién nacido romperá el silencio.

11.000 euros es el precio para comprar una vida. Para entrar en Grecia con el niño, Yorgos piensa esconderlo en una bombona de gas de mentira situada en el maletero. No sabemos cómo ha llegado hasta la decisión de comprar un niño. No habla de ello con la mujer, que a partir de un momento dado ni sale. Algunas preguntas se quedan sin respuesta. Al espectador no lo queda otra opción que observar y esperar junto a los protagonistas.

La intención del director es que la película fuese una “parábola”: “No se trata de un manual sobre cómo comprar un niño en la Bulgaria más pobre”, explica Lazarov, “sino más bien un itinerario de cómo perderse”. La joven agradece a Yorgos la ayuda y da a luz sin un grito. No sabemos nada sobre ella, pero se intuye la pobreza en que vive. “No existe gente mala, sino acciones malas”, recuerda Yorgos. No hay nadie malo en Alienation, parece querernos decir Lazarov, y en la necesidad se perdona cualquier cosa.

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(Traducción del italiano)

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