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KARLOVY VARY 2014 Competición

Corn Island: la vida en un río (a veces tranquilo)

por 

- Presentada en la competición del KVIFF, Corn Island, una pequeña maravilla firmada por George Ovashvili, está tan lograda que parece haber sido muy difícil de conseguir

Corn Island: la vida en un río (a veces tranquilo)

Sobre el río que marca la frontera natural y disputada entre Abjasia y Georgia, se forman y se deforman islas itinerantes en función de las estaciones y los caprichos de los elementos. En ciclos, campesinos locales se instalan sobre estos islotes fértiles para cultivar algo con lo que sobrevivir en invierno, pero los peligrosos son varios. Aunque no son conflictos armados, es la naturaleza que amenaza en todo momento con reconquistar sus derechos desencadenando el río. Es en este contexto en el que un abuelo y su nieta van a intentar domesticarlo, en la segunda película del georgiano George Ovashvili. Corn Island [+lee también:
tráiler
entrevista: George Ovashvili
ficha de la película
]
se monta a partir de una compleja estructura de coproducción entre Georgia, Alemania, Francia, República Checa, Kazajistán y Hungría. Esta película extremadamente complicada de rodar ha sido felizmente gratificante para los miembros de su equipo creativo, salidos de trece países diferentes. Presentada en Karlovy Vary, Corn Island se ha izado directamente como estandarte de la competición oficial.

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Los diálogos son escasos, pero al contrario que en Primavera, verano, otoño, invierno… y primavera de Kim Ki Duk, que comparte una buena cantidad de puntos comunes con esta obra, la cámara es pocas veces estática y este dinamismo da un completo vuelco a la dimensión contemplativa que se espera generalmente de este tipo de historia. La fotografía de Elemér Ragalyi detiene el aliento, y ciertos planos, especialmente durante el diluvio, son de un realismo impresionante. No estamos lejos del documental en condiciones extremas, y mientras que sabemos que el equipo ha creado la isla por completo, entendemos mejor la dimensión del extraordinario trabajo de Ariunsaichan Dawaashu, el diseñador de producción que se ha ocupado de recrear cada estación en un ambiente hostil hacia la propia posibilidad de rodar en él. El realismo es exagerado e influye en el compromiso estético con la poesía visual y narrativa de Corn Island. La película ha sido rodada en 35mm, lo que contribuye a magnificar su belleza. 

Una parábola realista sobre el ciclo de la vida, Corn Island no cierra por ello los ojos ante la situación política de una región marcada por un conflicto étnico que arde desde hace más de 20 años. La fábula rural está constantemente amenazada por los disparos a lo lejos, las burlas bárbaras de soldados en las riberas o las rondas militares en lancha a motor. Entre el choque de las generaciones encarnadas por el abuelo y por su joven e ingenua nieta o por las ejércitos opuestos, no hay mucha diferencia: cada uno se calla o habla su propia lengua, y nadie se entiende.

Mientras el realizador no juzga a sus personajes, y finge no escoger ningún bando, la naturaleza sentencia, al decidir arbitrariamente poner los contadores de todo el mundo a cero.

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(Traducción del francés)

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