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VENECIA 2014 Orizzonti

Senza nessuna pietà: un relato criminal

por 

- VENECIA 2014: El debutante Michele Alhaique dirige a Piefrancesco Favino en esta obra de cine negro metropolitano que parece un spin off de Romanzo criminale

Senza nessuna pietà: un relato criminal

Mimmo es un hombre corpulento y silencioso que trabaja de albañil y que cada cierto tiempo va, por orden de su tío, el señor Santili (Ninetto Davoli), a la periferia de Roma a dar una paliza a los usureros que no le devuelven el dinero que les prestó. Una noche, su misión cambia: ahora debe sacar pasta a una prostituta que se llama Tanya (Greta Scarano) y acompañarla a casa de su primo, el arrogante y cruel Manuel Santili (Adriano Giannini). Pero Tanya es demasiado joven, demasiado bonita y demasiado indefensa para dejarla en las manos del despreciable primo. Mimmo se transforma en un gigante bueno, golpea con violencia a Manuel y escapa con la chica, ayudado por el factótum de la familia, il Roscio (Claudio Gioé), pero Mimmo sabe que ha infringido las reglas del mundo criminal y tendrá que protegerse a sí mismo y a esta chica a la que la vida jamás dio nada. 

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Pierfrancesco Favino es el protagonista de Senza nessuna pietà [+lee también:
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, de Michele Alhaique, presentada en la sección Orizzonti de la Mostra de Venecia y estrenada a partir del 11 de septiembre en los cines italianos de la mano de BIM. El libanés de Romanzo criminale [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Michele Placido
ficha de la película
]
 también ha coproducido la cinta con Lungta y RAI Cinema, además de encarnar a Mimmo con gran convicción. Dotado de una buena técnica tras la cámara, el joven director, que entró en el mundo del cine como actor, sigue a sus actores con la cámara al hombro y dejándoles una gran libertad de movimientos. La frescura de la jovencísima Greta Scarano sirve de perfecto contraste con respecto a la austeridad de la interpretación de Favino, en cuya filmografía aparecen nombres de directores de la talla de Spike Lee, Giuseppe Tornatore, Gianni Amelio o Ron Howard. Michele Alhaique no tiene los movimientos rápidos y geniales de algunos de los debutantes que el año pasado agitaron la temporada cinematográfica italiana. La película tampoco añade nada a la carrera de uno de los actores italianos más apreciados en el extranjero. Sin embargo, esta especie de Taxi Driver a la amatriciana podría llegar a un público joven gracias a su ritmo y a la presencia de sus dos protagonistas. Digna de mención, por último, es la banda sonora de Luca Novelli y Pierre-Alexandre Yuksek Busson: un mix de partituras de orquesta y electrónica.

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(Traducción del italiano)

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