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GIJÓN 2014

Tomm Moore vuelve a encandilar a pequeños y mayores con La canción del mar

por 

- Lo nuevo del director de la legendaria El secreto del libro de Kells se corona en la sección AnimaFICX del 52º festival internacional de cine de Gijón

Tomm Moore vuelve a encandilar a pequeños y mayores con La canción del mar

“¡Márchate, oh niño humano! A las aguas y a la tierra de la mano de un hada, pues el llanto llena el mundo más de lo que puedes entender”. El mismo folclore irlandés que inspiró el poema Un niño robado a William Butler Yeats ha servido para que Tomm Moore vuelva a deleitarnos con otra joya de animación tradicional cinco años después de su primer largometraje, El secreto del libro de Kells [+lee también:
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entrevista: Viviane Vanfleteren
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, con el que conseguió, contra todo pronóstico y además de otros reconocimientos, una nominación al Oscar a la mejor película de animación.

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El punto de partida de La canción del mar [+lee también:
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entrevista: Tomm Moore
ficha de la película
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, escrita por Will Collins, coproducida por hasta cinco países europeos y ganadora de la sección AnimaFICX del 52º festival internacional de cine de Gijón (que también ha programado Kahlil Gibran’s The Prophet, uno de cuyos segmentos es obra asimismo del director norirlandés), es la leyenda de las selkies: criaturas mitológicas que son focas en el agua y seres humanos en tierra. Al cabo de cuatro años del nacimiento de Ben, la mujer de Conor, el farero de un pequeño islote junto a la costa de Irlanda, da a luz a Saoirse y se arroja misteriosamente a las aguas del mar. Seis años después, Saoirse, que aún no ha pronunciado palabra, descubre un día el instrumento con forma de caracola que les legó su madre y el traje blanco que esconde su padre y que debe enfundarse para sumergirse en el mar, pues la niña es, como lo fue su progenitora, una selkie. Todo se complicará cuando la madre del melancólico farero lo convenza para llevarse a sus hijos a Dublín. Las luces que aparecen con la melodía de Saoirse y los recuerdos que Ben guarda de los relatos fantásticos que su madre le contaba de pequeño habrán de guiarlos de vuelta a casa en un viaje a lomos de su fiel perro ovejero.

El director artístico Adrien Merigeau, con quien ya trabajó Moore en su ópera prima (al igual que el compositor Bruno Coulais, que aquí comparte labor con una banda local, Kila), vuelve a ejercer una labor determinante en la consecución de un aspecto visual asombroso, que combina la animación tradicional en 2D con fondos de acuarela e influencias del arte antiguo, como los dibujos en piedra para representar a los personajes a los que la bruja Macha ha desprovisto de angustias y padecimientos. El paralelismo representativo de los mundos real y mágico en la odisea de los hermanos (Conor es el gigante reconvertido en isla de la leyenda, la abuela es Macha, etc.) desemboca en una preciosa moraleja final sobre por qué vale la pena darse una segunda oportunidad para vivir en paz que encandilará a los adultos tanto como a los niños.

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