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CANNES 2016 Competición

The Neon Demon: sadismo de la depredación

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- CANNES 2016: Nicolas Winding Refn continúa con su odisea visual con una sátira ácida de la América de las top model

The Neon Demon: sadismo de la depredación
Elle Fanning en The Neon Demon

Entre Cenicienta, Cisne negro, Mulholland Drive, Showgirls y Suspiria, la última obra del danés Nicolas Winding Refn (convertido en su propia marca, NWR) es una cinta inclasificable en la que se intensifica la obsesión del director de Drive por la estilización radical de la narración visual y sonora en detrimento de toda otra forma de elaboración del relato. Presentada en la competición oficial del 69º Festival de Cannes, The Neon Demon [+lee también:
tráiler
Q&A: Nicolas Winding Refn
ficha de la película
]
es una de esas obras únicas que los festivaleros suelen ver en la sección Un Certain Regard, lo cual puede explicar la franca decepción de la prensa, que ha acogido el film con una gran frialdad.

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Y sin embargo, hay en la historia de Jesse (Elle Fanning), una joven e ingenua modelo que aterriza en el despiadado mundo de la moda de California, un arquetipo cuyo despedazamiento despierta un placer sádico, como un cordero abandonado a las fieras. De depredadores, la película no está falta. Tenemos al felino que saquea la habitación de motel en la que vive Jesse, pero también al gerente (Keanu Reeves), aficionado también a la carne fresca recién llegada de su campiña natal para dejarse devorar. Pero para Jesse, la auténtica amenaza es otra. A medida que se sumerge en la ambrosía dorada de la imagen y la superficialidad, la envidia de unos y el deseo de otros se intensifica. La pureza de la virgen se descascarilla, pero Jesse preserva su pudor. NWR nos ofrece además una nueva variación de las historias de no-amor, por las que parece sentir predilección. Pensamos en la relación unidireccional del personaje del conductor en Drive, que tiene su eco en las castas tentativas de Dean (Karl Glusman) para conquistar a su amada. Jesse rechazará igualmente las acometidas de su protectora (Jena Malone), a quien terminará por mostrar su nuevo rostro, tras consumar su paso a la madurez.

La historia es muy sencilla, y cabe en una coctelera llena de clichés que NWR agita, dejándose llevar por los excesos metafóricos que esperamos de él. Sus experimentaciones visuales se apoyan en la extravagancia de los decorados de Elliott Hostetter y la fotografía aterciopelada de Natasha Braier, que transforma cada segundo en 24 portadas de revistas de moda. La azucarada banda sonora de Cliff Martinez es el glaseado de este pastel —que habrá que vomitar para mantenerse en línea—, en cuyo ápice pende el ojo apenas satírico de NWR —también una "fashion victim"— haciendo literalmente las veces de guinda.

The Neon Demon ha sido producida por Lene Borglum, Sidonie Dumas y Vincent Maraval. Las ventas internacionales están a cargo de Gaumont y Wild Bunch.

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(Traducción del francés)

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