15/02/2017 - BERLÍN 2017: El segundo largometraje de la directora francesa Elise Girard es el relato extravagante y absurdo de una insólita pareja en una relación platónica

Drôles d’oiseaux [+lee también:
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entrevista: Élise Girard
ficha de la película], la segunda película de la cineasta francesa Elise Girard (Belleville Tokyo [+lee también:
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ficha de la película]), que se ha estrenado a nivel mundial en el Forum de la Berlinale, es el relato de dos personas muy diferentes que forjan una insólita relación. A pesar de estar ambientada en el París actual, crea su propio mundo, en el que podemos distinguir a los personajes como personalidades características de la literatura, y el modo en que enlaza los sucesos deja al espectador la decisión de qué conclusión sacar.

Mavie (Lolita Chammah, hija de Isabelle Huppert, ambas presentes en el Forum de la Berlinale con Barrage) es una chica de pueblo de 27 años que se muda a París para “escapar”. Al principio es tan ingenua y tímida que lo demuestra hasta en su modo de caminar. Le encantan los libros y pasa mucho tiempo en cafeterías, leyendo o escribiendo. Allí es donde encuentra un apartamento a cambio de trabajar unas cuantas horas a la semana en una librería, y cansada de los constantes y ruidosos encuentros sexuales de su compañera de piso, le parece una oportunidad perfecta.

La librería pertenece a Georges (Jean Sorel, estrella en numerosas películas como Bella de día, Chacal o L'origine de la violence [+lee también:
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ficha de la película], estrenada el año pasado), un erudito misántropo de 76 años que actúa como si no esperara mucho de la vida. Surge entre ellos una relación platónica (al menos es lo que Girard pretende mostrarnos) y lamentan la diferencia de edad. Hablan abiertamente, en voz superpuesta, sobre lo que les gusta al uno del otro, ¿o son acaso extractos de los escritos de Mavie?

De vez en cuando, George entrega a Mavie una gran suma de dinero, de la que parece no preocuparse demasiado, y la posibilidad de su origen ilegal sale a la luz cuando unos extraños tipos con acento italiano se pasan por la librería.

Sin embargo, esta parte de la historia pasa a un segundo plano del ambiente general, que pertenece más al siglo XIX que a la época actual, al igual que el personaje de Mavie. Tiene un teléfono inteligente pero pasa las tardes leyendo en la cama en compañía de su fiel gato Jacques. Girard añade absurdas ocurrencias a la película, como gaviotas muertas que caen del cielo en París o extrañas coincidencias, como la noticia de un nuevo hacker, interpretado por Pascal Cervo, perteneciente a un movimiento antinuclear que para un tren con una carga de material radioactivo y del que Mavie se hará amiga en el último tercio de la película, que podría o no estar conectado.

Drôles d’oiseaux es una película con mucho encanto, en sentido francés, pero sin ser pretenciosa. Con solo 70 minutos de duración, presenta al público una historia cautivadora y, en ocasiones, sorprendente que podría ser interpretada como romántica o, dependiendo de tus inclinaciones, como una ironía sobre el amor.

Drôles d’oiseaux es una producción de KinoElektron en coproducción con Reborn Production. La distribución en Francia está a cargo de Shellac. MPM Film se ocupa de las ventas internacionales.

(Traducción del inglés)