20/02/2017 - BERLÍN 2017: Ferenc Török afronta el pasado hablando de presente de la nación húngara

Para rendir cuentas con un pasado que olvidar y un futuro amenazante, lo nuevo de Ferenc Török, titulado 1945 [+lee también:
tráiler
ficha de la película] y presentado en la sección Panorama de la 67ª edición del festival de Berlín, relata en blanco y negro una jornada particular en un pequeño pueblo húngaro al término de la Segunda Guerra Mundial.

La cinta gira en torno a la presencia de dos judíos, regresados al pueblo con dos grandes baúles, lo que suscita el miedo de quien se ha aprovechado de su persecución. Ansia es lo que genera la llegada en tren del extranjero que Török trata de presentar, con un montaje cerrado y una cámara en permanente movimiento que se contrapone a la anchura de los campos por los que circula. El símil con el nacionalismo creciente de la Hungría contemporánea es obvio. Las víctimas que vienen retratadas como invasores peligrosos por parte de los poderosos es un leitmotif que se repite constantemente. Mientras para algunas naciones 1945 fue el año de la liberación del nazismo, para otros del este de Europa constituyó el paso de una dominación extranjera a otra: un futuro próspero reconvertido en desgracia. El plano final, con el humo negro contra el campo, es, en este sentido, emblemático: lo que debía ser una fiesta (un matrimonio) acaba siendo una tragedia en la que ninguno está carente de culpa, desde el párroco hasta el alcalde, pasando por patrones y siervos. No es azaroso que los únicos personajes positivos abandonen el pueblo.

Igual que el pequeño pueblo es reflejo de la sociedad húngara, algunos planos constituyen el espejo de la película: auténticos cuadros explicativos que podrían ahorrar por sí solos diálogos enteros mientras que la cámara observa discretamente a las víctimas, siempre en posición de desfile o desde detrás de una ventana o tras unos barrotes (¿cómo no pensar en las espinas que circundan el confín entre Hungría y Serbia?), como queriendo contar con deferencia una historia tan dolorosa como necesaria no sólo para comprender lo que pasó y, por tanto, lo que está pasando, sino también como dando a entender que prever un futuro amenazador es un deber y que hay tragedias que no son nunca accidentales sino causas de la difusión de ideas enfermizas como el nacionalismo o el racismo. La película de Török tal vez pone demasiada carne en el asador durante la hora y media que dura: las líneas narrativas son numerosas y algunas sólo aparecen de manera incipiente (véase la relación entre los lugareños y los soldados rusos) pero, en lo importante, se trata de una película honesta que se toma la licencia de presentar a la Hungría de la inmediata posguerra para contarnos que el miedo de extraño (ayer el hebreo, hoy el inmigrante) jamás compensa.

1945 es una producción de Katapult Film. El HNFF gestiona sus ventas internacionales.

(Traducción del italiano)