03/05/2017 - La cinta de Silvia Jop y Pietro Pasquetti, ganadora del premio del jurado Régionyon al largometraje más innovador del Visions du Réel, nos regresa a un Sur en ebullición

A pesar de la sonoridad anglosajona de su título, la obra con la que los italianos Silvia Jop y Pietro Pasquetti han ganado el premio del jurado Régionyon al largometraje más innovador del Visions du Réel, desprende un misterio y una fuerza de lo más meridional, una fiereza que desafía los prejuicios de muchos al devolver a la superficie, como el título mismo sugiere, una humanidad y una sabiduría ocultas en los abismos marinos.

Upwelling [+lee también:
tráiler
ficha de la película] relata con un tono algo surrealista (hasta el punto de que nos lleva a preguntarnos si todo lo que vemos aconteció realmente o si se trata únicamente de un sueño) la historia de un grupo de extravagantes habitantes de Messina dirigidos por su nuevo alcalde, un hombre budista y (pacíficamente) revolucionario. Sin entrar en los detalles de la historia de una ciudad conflictiva y tradicionalmente conservadora, Silvia Jop y Pietro Pasquetti arrojan luz sobre una alternativa posible e increíblemente cercana. Lejos de las toneladas de basura abandonada en las calles de Nápoles y otras ciudades (su gestión no puede sino resultarnos una conmoción) que pueblan las portadas de tantos periódicos, los principios que dominan la revolución mesinesa se basan en la ecología, en el repensar (sin barreras, blandiendo con orgullo la utopía) la ciudad según el bienestar de todos y no la riqueza de unos pocos. El alcalde y su regimiento de esperanzados soñadores tienen una necesidad vital de reapropiarse de una ciudad (y, al mismo tiempo, de una nación) que aman por lo que podría ser pero detestan por lo que es y cómo es: grotesca, sometida, cansada. Este aguerrido grupo lo conforman una joven portavoz de ocupación de diferentes lugares emblemáticos y abandonados de la ciudad, un antiguo skinhead de regreso tras una aventura en el extranjero que duró años y un anciano y enigmático personaje que aparece en al pantalla desde el principio como si fuera un juglar, entre otros. Esta gente parece venida de las profundidades del océano para agitar las aguas “quietas” de una Messina con infinidad de posibilidades. Como dos interlocutores que no logran comunicarse nunca, uno pacífico pero inflexible, otro ruidoso y desconectado, los dos grupos se afrontan en el asfalto incandescente de una ciudad que se convierte en espectadora de su propio destino. Amplifican más la profundidad del foso que los separa los momentos oníricos en que las imágenes se ralentizan y quedan privadas de sonido: momentos meditativos en los que desconectarse, aunque sólo sea por un instante, del ruido ensordecedor de las protestas.

Jop y Pasquetti nos regalan el escorzo de una realidad que no habríamos pensado nunca que existía. La utopía como única arma, la utopía como único remedio para despertar las consciencias de quienes aún saben soñar. Casi sin darnos cuenta, los directores consiguen que cohabiten en la pantalla la lucha (política) y el onirismo. Un tour de force que da vida a un nuevo género fuerte tanto en lo estético como en el contenido, portador de un mensaje todavía más política y epidérmico. 

Upwelling es una producción de Esmeralda Calabria para AKI Film y Pietro Pasquetti.

(Traducción del italiano)