11/08/2017 - LOCARNO 2017: La comedia negra de Andrea Magnani relata una conmovedora y divertida aventura en la que el Oriente y el Occidente europeos se encuentran

El italiano Andrea Magnani da con el tono justo en su primer largometraje, Easy [+lee también:
tráiler
entrevista: Andrea Magnani
ficha de la película], una comedia negra que muestra a Isi, un hombre italiano con obesidad mórbida y una depresión casi catatónica, en su intento por transportar un ataúd desde Italia hasta un pueblo en los Cárpatos ucranianos. Su viaje será de todo menos fácil pero tendrá un final feliz tanto para el protagonista como para el público. Easy compite en la sección Cineastas del Presente de la 70ª edición del festival de cine de Locarno.

El actor Nicola Nocella se dedica en cuerpo y alma a su personaje, Isidoro, un hombre que vive con su sobreprotectora madre en una localidad de Italia. Su hermano, Filo (Libero De Rienzo), es el triunfador de la familia pero se mete en problemas cuando un trabajador ucraniano, Taras, muere en su puesto de trabajo, que no es sino la obra que dirige Filo. Para evitar una investigación, Filo ruega a su hermano, antiguo campeón de karts, que haga lo que más le gusta: conducir. Que Isi deba conducir un coche fúnebre con el ataúd de Taras desde Italia hasta Ucrania no es más que un detalle sin importancia, en opinión del siempre irremediablemente optimista Filo. Como cabría esperar, todo lo que puede salir mal (y más aún) saldrá mal.

Easy es una colección de desventuras que se suceden manteniendo al público con el interrogante sobre si Isi logrará llegar a su destino (y en qué condiciones). La cinta también parece ofrecer una cura para la depresión. Un hombre sin propósito como Isi se ve al principio totalmente sobrepasado por su nueva aventura pero el guion de Magnani arroja obstáculos creíbles (con una o dos excepciones) en su camino, que sirve, además, para construir el personaje de Taras. La invisible relación que nace entre el hombre “vivo” y el muerto que transporta acabará impulsando a aquél en la dirección correcta, por lo menos desde un punto de vista psicológico.

Easy saca provecho de ser fruto de una coproducción entre Italia y Ucrania (algo insólito) y no se corta en explorar los paisajes montañosos, salvajes y gélidos (lo cual es de agradecer, dada la carga de Isi). En ausencia de las comidas cuidadosamente escogidas y preparadas por su madre, Isi tendrá que probar cosas nuevas y, como el destino no deja de servirle desgracias en su plato, nuestro héroe descubrirá la hospitalidad, haciendo que Easy se erija en una carta de amor a Europa del este. El cielo tiene las puertas abiertas, como quien dice, después de semejante road trip. O, por lo menos, le abre a uno una botella del más fuerte horilka ucraniano...

Debido a su humor estrafalario y a su peculiar protagonista, Easy podría verse relegada a secciones menores en próximos festivales de cine. Sin embargo, su mayor atractivo podría convencer a públicos más voluminosos para ir a verla al cine. Cualquiera que haya tenido que enfrentarse a una depresión, aun en sus formas más leves, debería ver la película de Magnani para recordar lo que algunos psicólogos llevan años diciendo: nuevas experiencias, un cambio en el camino y en el ritmo de la vida son más eficaces con la depresión que una montaña de fármacos. Con su mensaje sencillo y alentador, Easy anima a emprender un cambio en esa dirección.

Premium Films es la agencia de ventas internacionales de esta coproducción entre las italianas Pilgrim, Bartlebyfilmy la ucraniana Fresh Production.

(Traducción del inglés)