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VENECIA 2017 Semana Internacional de la Crítica

Les Garçons sauvages: surrealismo que subvierte los géneros

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- VENECIA 2017: El director francés Bertrand Mandico propone en su primer largo un viaje experimental por los límites de los roles de género, ambientado en un territorio secreto y maravilloso

Les Garçons sauvages: surrealismo que subvierte los géneros

Conocido por su carácter provocador, el artista experimental francés Bertrand Mandico ha presentado por fin su primer largo, Les Garçons sauvages [+lee también:
tráiler
entrevista: Bertrand Mandico
ficha de la película
]
. Tras una prolífica trayectoria en el cortometraje (más 40 creaciones), incluyendo favoritos festivaleros como Cabaret Prehistórico (2014), Salammbô (2014) y Notre-Dame des Hormones (2015), Mandico regresa a Venecia cinco años después de La résurrection des natures mortesLes Garçons sauvages participa en la competición de la 32ª Semana de la Crítica Internacional del 74º Festival de Venecia.

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Al comienzo del siglo XX, en la isla de Reunión, cinco chicos adolescentes (Pauline LorillardVimala PonsDiane RouxelAnael SnoekMathilde Warnier), hijos de familias acaudaladas, cometen un crimen. Entonces son condenados a servir al Holandés (Sam Louwyck), capitán de un barco que se convertirá en su cárcel. Tras muchas aventuras, llegan a una isla salvaje y sobrenatural en la que vive la Dra. Séverine (Elina Löwensohn). Allí, todo cambiará para siempre.

Mandico vuelve a crear un universo abstracto, poco convencional y casi surrealista en el que ambientar su historia. Fusionando inicialmente elementos de El señor de las moscas, La naranja mecánica e incluso EmmanuelleLes Garçons sauvages se transforma en una historia que no es fácil de narrar, pero cuyo tema principal es de una acuciante actualidad. Al usar un reparto femenino para interpretar a chicos adolescentes, Mandico, que también ha escrito el guion, plantea la cuestión de las limitaciones que imponen los géneros. Para dar más peso a sus argumentos, los muchachos cometen un crimen a causa de sus impulsos naturales, y paradójicamente son condenados al exilio en un paraíso hedonista, en el que deberían reformarse. Las constantes contradicciones en la historia, junto a la narración no lineal y casi lírica, crean un film que es fascinantemente blasfemo con respecto a la corrección política y que está dispuesto a destruir toda la mojigatería pequeñoburguesa que puedan tener sus héroes/heroínas y los espectadores.

Les Garçons sauvages es una obra que establece un rico tejido de referencias, pero la fuente de inspiración más evidente es probablemente la primera cinta de imagen real de Walerian BorowczykGoto, isla del amor (1969), en la que también aparecía una isla llena de tentaciones y hechos insólitos. Mandico ya ha demostrado en el pasado su admiración por el creador polaco, sobre todo con el homenaje que le rindió en el extraordinario mediometraje Boro in the Box (2008). Ambas películas deconstruyen el totalitarismo: Goto, el de los regímenes políticos, y Les Garçons sauvages, el de los roles de género socialmente impuestos. El erotismo también es bastante notorio, reiterando la provocación sin límites que tanto gustaba a Borowczyk. Las dos cintas comparten además una estética visual semejante. El director de fotografía habitual de Mandico, Pascale Granel, crea una fotografía en blanco y negro que tiene la textura de una película muda sobreexpuesta, añadiendo al mismo tiempo emotivas escenas en color que llevan un poco más lejos los límites de la extrañeza. Finalmente, Elina Löwensohn, la musa de Mandico y protagonista de casi todos sus cortos (famosa por sus apariciones en las películas de Hal Hartley), brinda una de sus más brillantes interpretaciones recientes.

Mandico ha logrado traducir su mundo radical, venenoso y lujuriosamente voyeurista al formato del largo, no solo en términos de la estética de cine experimental, sino también en el debate de dónde termina la subversión de los géneros y comienza la igualdad. El film es una muestra sutil de cine político audaz en medio de la tendencia actual a la tibieza.

Les Garçons sauvages es una producción de Emmanuel Chaumet, de la compañía francesa Ecce Films.

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(Traducción del inglés)

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