28/09/2017 - SAN SEBASTIÁN 2017: Antonio Méndez Esparza firma una docu-ficción ambientada en una ciudad norteamericana, donde sobrevive como puede la madre de un adolescente problemático

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ficha de la película], quien de nuevo le ha producido, sin miedo al riesgo, La vida y nada más [+lee también:
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entrevista: Antonio Méndez Esparza
ficha de la película], film que compite por la Concha de Oro en la sección oficial del Festival Internacional de Cine de San Sebastián (su anterior film ya pasó por la sección Horizontes Latinos).

Con guion del propio Méndez Esparza, La vida y nada más captura la realidad cotidiana de una madre que cría sola a sus dos hijos: un adolescente de 14 años y una niña de tres. El padre está en la cárcel. El chico hace fechorías varias. La madre, que trabaja en un bar, conoce a un hombre... El choque en casa se vaticina, pero el director no alimenta la rutina difícil de esta familia fragmentada con ornamento dramático y logra que el espectador observe la acción como si estuviese sentado en el gastado sofá de la casa. La realidad se filtra de este modo en cada encuadre de una película sin más banda sonora que los ruidos de la ciudad y con una cámara que no presume de estilísticos movimientos gimnásticos.

Abordando sin enfatizar y desde la intuición temas como los roles familiares, la paternidad ausente o la titánica dificultad de criar a los hijos sin ayuda, La vida y nada más nació como un retrato de una madre soltera y un hogar roto, y finalmente, según se rodaba el film, éste se dejó inocular por lo que acontecía, dentro de un concepto de cine libre absoluto; el objetivo finalmente alteró su rumbo y también siguió los pasos de ese hijo complicado, que –al madurar- acepta enfrentarse a su dolor, mirándole a los ojos, dispuesto a reconstruir lo que haga falta.

La vida… está filmada con un equipo reducido y con la colaboración de algunos estudiantes del también profesor de cine Méndez Esparza (que ha reconocido que rueda como un amateur y que le fascinan la filmografía de Jim Jarmusch y los diarios de Cocteau), logrando así capturar esa ansiada intimidad. Asimismo buscó, en un proceso de casting que duró más de un año, a una mujer fuerte para que la protagonizase y se encontró con Regina Williams, también camarera como su rol y madre de cuatro hijos, pero mucho más temperamental que el personaje escrito que debía encarnar: la credibilidad de esta mujer, que se pone por primera vez delante de una cámara de cine, alcanza tal grado de autenticidad que algunas quinielas la señalan como muy posible ganadora del premio a la mejor interpretación femenina del 65º Festival de Cine de San Sebastián. Tras su paso por Donostia, Miami, Tokio, Sao Paulo, Morelia y Chicago son las siguientes citas festivaleras de esta película fotografiada por Barbu Balasoiu (Sieranevada [+lee también:
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Q&A: Cristi Puiu
ficha de la película]).

La vida y nada más es una coproducción entre España y Estados Unidos de Aquí y Allí Films. En España la distribuye Wanda Visión (su estreno está previsto para el 1 de diciembre) y de sus ventas se encarga la empresa británica Film Constellation.