29/03/2018 - La película de Mindaugas Survila, que clausuró el Festival de Cine de Vilna, se centra en uno de los últimos bosques antiguos de Europa

Mindaugas Survila describe su segunda película (después de The Field of Magic, que recibió el premio Silver Crane de la industria lituana al Mejor documental) como un “poema documental”. Además, demuestra que Lav Diaz no tiene el monopolio del slow cinema. En efecto, un proceso de diez años significa diferentes cosas para diferentes personas pero para este biólogo convertido en cineasta significa tener una paciencia sobrehumana. El equipo de The Ancient Woods [+lee también:
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ficha de la película], la película que clausuró el Festival de Cine de Vilna, llegó a necesitar varias semanas para dar con el plano correcto.

Afortunadamente, lo han conseguido. The Ancient Woods, desprovisto de esa narración omnipresente con acento británico propia de cualquier documental sobre naturaleza, se caracteriza por su singularidad contemplativa. Aquí el tiempo no es un problema, ya que las estaciones fluyen una tras otra gracias a Danielius Kokanauskis, célebre editor y colaborador habitual de Sergei Loznitsa.

Survila se acerca todo lo posible y… observa, sin decir nada en especial o probar ninguna teoría. No se limita a sí mismo en ningún aspecto: observa con la misma fascinación y deleite el nido de una cigüeña o las dificultades de una araña aislada en la nieve. Survila prueba que este bosque, uno de los últimos de su tipo en Lituania, sigue siendo tierra de nadie (aunque uno no puede evitar preguntarse por cuánto tiempo); hasta tal punto que cuando un visitante anciano aparece de la nada, se siente un intruso. Y probablemente lo sea, teniendo en cuenta lo rápido que están desapareciendo estos lugares de nuestros mapas.

Esto no quiere decir que uno no pueda identificarse con alguna de las batallas que se libran aquí, ya que el cineasta lituano consigue un drama comprometido con toques de humor en casi todas las interacciones que tienen lugar en el bosque. Como era de esperar, los cuervos captan todas las miradas con su lucha desesperada por la comida, que provoca reacciones descorteses pero muy entretenidas. Survila también presta atención a los habitantes más pequeños mediante unos efectos visuales muy interesantes como esquivar la mirada cuando la violencia se vuelve extrema, sumergirse bajo el agua o mostrar en cámara lenta un banquete frenético. Al Marco Ferreri de La gran comilona le habría encantado.

The Ancient Woods ha sido producida por Mindaugas Survila, Gintė Zulytė y Radvilė Šumilė (responsable de Woman and the Glacier [+lee también:
crítica
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ficha de la película], la revelación de este año), y coproducida por ma.ja.de (Alemania) y VESILIND OÜ (Estonia). También recibió financiación del Lithuanian Film Centre y del Programa MEDIA - Europa Creativa de la Unión Europea.

(Traducción del inglés por Carolina Benítez)