11/09/2018 - VENECIA 2018: En su tercer largometraje de este año, Sergei Loznitsa vuelve a trabajar con material de archivo, que sirve de crítica indirecta a la situación de los presos políticos en Rusia

El bielorruso Sergei Loznitsa, uno de los cineastas más prolíficos de la actualidad, ha presentado fuera de competición su tercer largometraje en menos de un año en la 75ª edición del Festival de Cine de Venecia. En el documental The Trial [+lee también:
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ficha de la película], vuelve a trabajar con material de archivo, como ya hizo en The Event [+lee también:
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ficha de la película] o en la desgarradora Blockade. Es probable que el parecido del título de la película en inglés con la novela de Franz Kafka no sea una coincidencia, ya que tanto en el documental como en la novela, aparece un juicio absurdo y surrealista en sus medidas extremas para legitimar el gobierno soviético de la época.

Loznitsa descubrió el metraje del juicio a un grupo de importantes economistas e ingenieros en los años 30, en la Unión Soviética, mientras intentaba hacer una película diferente, un collage de metrajes de diferentes juicios para mostrar cómo estaba formada la máquina del terror soviética. El único metraje que encontró fue una película de propaganda con sonido original (algo poco frecuente en aquella época), y decidió reconstruir paso a paso el espectáculo planeado por el gobierno de Stalin para demostrar del poder de su régimen totalitario. Los economistas e ingenieros fueron acusados de acordar un pacto secreto con el primer ministro francés, Raymond Poincaré, y otros líderes occidentales para restaurar el capitalismo y disolver la URSS. En una secuencia ridícula de procedimientos judiciales, confiesan todos los delitos inventados y acceden fácilmente a testificar contra sí mismos, uno tras otro. The Trial es una película con una premisa clara desde el principio pero que recompensa a un espectador atento con detalles sorprendentes.

En cuanto a la implicación de Loznitsa con el asunto, The Trial va en la línea de las películas más recientes del director, que no tienen la calidez y el humor de sus primeras películas (Portrait, The Train Stop y Northern Light). Los temas que ha tratado en sus últimos trabajos, desde Maidan [+lee también:
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ficha de la película] hasta Austerlitz [+lee también:
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ficha de la película], pasando por Donbass [+lee también:
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entrevista: Sergei Loznitsa
ficha de la película], tratan cuestiones políticas cada vez más desagradables y están grabadas como tal por un director que ha sido cada vez más vehemente en sus críticas a los políticos rusos y a las agresiones a Ucrania de los últimos años. Probablemente, el momento de su estreno tampoco sea una coincidencia: es imposible ignorar el significado de la película de Loznitsa en un momento en que varios presos políticos ucranianos se enfrentan a un trato similar en la Rusia actual. El cineasta Oleh Sentsov fue detenido en Crimea y sentenciado a pasar 20 años en una cárcel rusa por acusaciones falsas de terrorismo, entre otras, y Loznitsa ha hablado en varias ocasiones sobre su encarcelamiento y las acciones para liberarlo. The Trial es una película absorbente y maravillosamente compleja en su propio derecho: uno que advierte las consecuencias de la autoridad total, antes, ahora y en el futuro.

The Trial es una producción holandesa desarrollada por Atoms & Void y Wild at Art.

(Traducción del inglés por Carolina Benítez)