13/09/2018 - TORONTO 2018: La cinta de zombis de Carolina Hellsgård es un intento fallido de refrescar un género trillado añadiendo temas medioambientales

Prestrenada mundialmente en la sección Discovery de Toronto, Ever After [+lee también:
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entrevista: Carolina Hellsgård
ficha de la película], segundo largo de la directora de origen sueco y afincada en Berlín Carolina Hellsgård (Wanja [+lee también:
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ficha de la película]), es una película sobre un apocalipsis zombi con un giro medioambiental. 

Escrita por la dibujante y autora Olivia Vieweg, la película comienza con un texto que cuenta la llegada de una plaga al mundo; las dos únicas ciudades que se han salvado son Weimar y Jena. En la primera de ellas, viven nuestros héroes: Vivi (Gro Swantje Kohlhof) es una adolescente delicada y asustada que se culpa a sí misma por la muerte de su hermana pequeña en el primer asalto de los zombis, que vemos en un flashback que se repetirá varias veces durante la película. Eva (Maja Lehrer) es una mujer dura que no se anda con tonterías; un zombi le araña cuando ataca la valla que rodea Weimar, mientras Vivi y otra chica la intentan arreglar.

En Weimar, solo matan zombis y a cualquiera que pueda haberse infectado, mientras que en Jena, los científicos tratan de buscar una cura. Un tren automatizado lleva comida y otras provisiones de primera necesidad a Jena, y Vivi y Eva se montan en él, cada una siguiendo su propia iniciativa. No se caen bien, no se fían la una de la otra, pero cuando el tren tiene una avería, se ven obligadas a trabajar juntas para llegar a Jena a través de los bosques. 

En un momento dado, se encuentran con un nuevo tipo de zombi, en la que es quizás la única escena de miedo de la película: una novia que no solo se ha transformado, sino que ha desarrollado musgo, hojas y ramas en la cara. Este es el comienzo de una narrativa de "la venganza de la naturaleza": los zombis serían la respuesta del planeta a la devastación causada por los seres humanos.

Pero este motivo no se desarrolla plenamente ni llega a convencer, a pesar de que el film le dedica una buena porción de su metraje. Un intento de exposición llega cuando Vivi se encuentra con una mujer no zombi con la mitad de la cabeza cubierta de hojas y ramas (interpretada por la estrella danesa Trine Dyrholm). Ella actúa como figura de autoridad, pero sus reflexiones sobre la venganza del planeta no explican nada; en particular, no explican por qué ella es diferente de los zombis, que ahora parecen una mezcla entre no muertos a lo Romero (en la línea de 28 días después) y participantes de un mitin ecologista. El comienzo de la cinta, en el que vemos la célebre estatua weimariana de Goethe y Schiller coronada por un panel solar que carga baterías de coche, logra mucho mejor esa conexión entre los temas medioambientales y el género de terror. 

El film sí que posee una atmósfera casi poética que atrae sutilmente al espectador, gracias al fluido y creativo trabajo de la directora de fotografía Leah Striker, así como al sólido ritmo, que alterna entre escenas de exterior y de interior. La música de orquesta de Franziska Henke también ayuda, pero se hace demasiado insistente a medida que la cinta avanza. 

La película no da miedo en casi ningún momento, y los ataques de zombis se reducen a planos de montaje rápido con efectos de sonido a todo volumen de los aullidos y crujidos que hacen las criaturas al moverse. El efecto buscado es de velocidad, pero el espectador se acostumbra rápidamente, y la ilusión se quiebra. Los personajes tienen pocos momentos verdaderamente interesantes, pues el irregular establecimiento de un vínculo entre Vivi y Eva nunca despega del todo.

Ever After es una producción de la compañía alemana Grown Up Films, con la participación de ZDF y ARTE. Picture Tree International se encarga de las ventas internacionales.

(Traducción del inglés)