SAN SEBASTIÁN 2019 New Directors
Crítica: La inocencia
por Alfonso Rivera
- La ópera prima de Lucía Alemany transmite verdad casi documental dentro de una ficción sobre las tormentas adolescentes, rodada en su propio pueblo y apoyada por The Screen
Lucía Alemany posee un cuerpo fibroso, ágil y musculado, labrado en sus años de aprendizaje en una escuela de circo de Barcelona. Su rostro transmite alegría y entusiasmo, y conserva algo de ingenuidad infantil. Tal vez sea coincidencia, porque la protagonista de su primera película es una chica que aún no ha llegado a la edad adulta, empieza a descubrir su sexualidad y sueña con salir de su pueblo para estudiar técnicas acrobáticas en la Ciudad Condal: la encarna la debutante en el cine Carmen Arrufat, elegida a través de castings, cuyo rostro destila la nobleza, el pudor y, a la vez, la inconsciente rebeldía de la juventud. Por eso no es extraño que la ópera prima de Alemany se titule La inocencia [+lee también:
tráiler
entrevista: Lucía Alemany
ficha de la película], porque su personaje central la derrocha, la refleja y la contagia a toda la película. El film, que contó en su desarrollo con el apoyo del programa The Screen (leer más) de la Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid (ECAM), compite en la sección New Directors de la 67ª edición del Festival de San Sebastián.
Rodada en el propio pueblo valenciano donde vive Alemany, con sus vecinos convertidos en extras y actores esporádicos, La inocencia retrata a la perfección, con detalles naturales, la vida en una pequeña localidad levantina, con sus verbenas, sus procesiones, los baños en la piscina municipal y sus corros de vecinas sentada en la calle, en verano, a la fresca. Ese mismo vecindario es testigo, no siempre silencioso, de todo lo que acontece en el municipio, y se convierte en censurador de los actos ajenos y en propagador de noticias/cotilleos. En un microcosmos así, las disidencias, las alternativas y las extravagancias, incluso algunas modernidades, son censuradas duramente. Y todo ello, más el plus de un machismo alimentado durante siglos en España, lastran la libertad, el vuelo, las ganas de crecer y la espontaneidad de jóvenes que aún conservan el valor que da título de esta película.
Filmada a base de numerosos planos secuencias, en La inocencia la cámara semi-documental de su directora –que admite su admiración por Fish Tank [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Andrea Arnold
ficha de la película], de Andrea Arnold– ama a su actriz principal, acaricia su rostro y captura la pureza de su mirada, rebosante de expresividad y vida, todo eso que el tiempo se encargará de ir cambiando y opacando. Es ese rostro de la joven Arrufat –que como reconoce, Alemany, recuerda al de Adèle Exarchopoulos, sobre todo en La vida de Adèle [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Abdellatif Kechiche
ficha de la película]– el espejo donde se estrella una trama que expone problemáticas familiares, adolescentes y sociales que aún siguen estando desgraciadamente candentes en la sociedad española, y no sólo rural. Sirva como ejemplo la falta de comunicación de la protagonista con sus padres –encarnados por unos, como siempre, magníficos Sergi López y Laia Marull–, pues prefiere contar un gran secreto que la aflige a la madre de una amiga antes que a la propia.
La inocencia, con guion de Lucía Alemany y Laia Soler Aragonés, es una producción de Turanga Films S.L. y Un Capricho de Producciones. De su distribución y ventas se encarga Filmax. En San Sebastián este film comienza una larga carrera que continuará por otros muchos festivales de cine durante los próximos meses.
¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.