06/08/2023 - Laura Ferrés presenta una película original y libre entre la comedia oscura y el drama costumbrista

María Luengo (izquierda) y Rosario Ortega (centro) en La imatge permanent

En una de las primeras secuencias de La imatge permanent [+lee también:
tráiler
entrevista: Laura Ferrés
ficha de la película], la ópera prima de la cineasta catalana Laura Ferrés, dos chicas hablan de que nunca han visto el mar. “Yo creo que eso debe dar paz y miedo”, dice una de ellas. “¿Miedo?”, le pregunta su amiga. A lo que la otra responde: “Sí, porque no se puede ver lo que hay en el fondo”. De forma casi desapercibida, sin decir mucho, la secuencia revela la esencia de la película, el misterio que hay en todos nosotros, porque como concluye la amiga, ese fondo que no vemos no pasa solo con el mar.

La película, escrita con la colaboración de Carlos Vermut y Ulises Porra y presentada a competición en el Festival de Locarno, cuenta la historia de dos mujeres que terminan encontrándose. Carmen, residente en la periferia de Barcelona (en El Prat de Llobregat), trabaja como directora de casting en una agencia de publicidad y debe encontrar a una persona “normal” con una buena historia de vida para una campaña política. Durante esa búsqueda, conoce a Antonia, una vendedora ambulante con quien acaba estableciendo una singular relación en la que se revelará que ambas comparten mucho más de lo aparente. A partir de esta trama, la película habla de forma abierta y sugestiva sobre ese lado en sombras que hay en todos nosotros, lo que los rostros dicen y no dicen de las personas, la imposibilidad de conocer al otro por completo, la extrañeza de los vínculos que creamos y perdemos a lo largo de la vida, el sentido de esos vínculos, el deseo de amar y ser amado, el peso del pasado en el presente, la soledad, las imágenes que permanecen con nosotros.

Las cuestiones que plantea la película (o más bien, por las que se pregunta) son interesantes, pero lo que hace de ella una película diferente es la forma como lo hace. La historia se va contando de forma velada, a manera de puzle para que el espectador vaya uniendo sus piezas y completando los espacios que la directora no ha querido completar. A través de cierta estética costumbrista y de las imágenes, del poder simbólico de lo que aparece en ellas, se remite a esas ideas de soledad, de extrañeza, de oscuridad, de misterio, de lo extraordinario de lo ordinario. Un karaoke en el que podemos olvidar quienes somos, dos embarcaciones que se cruzan para no encontrarse más, una habitación vacía que un día estuvo habitada, dos mujeres bañándose en el mar, caras de gente que nunca ha existido, un rostro fantasma en una foto, dos imágenes que se superponen; objetos, lugares y capturas de vida que evocan de forma libre esas cuestiones.

Todo ello está contado con imaginación, sugestión y un humor particular, un humor cortante, negro y seco, ahí otro de los grandes aciertos de la película. Si bien a veces puede parecer que hay una búsqueda demasiado forzada y evidente del desconcierto, esa búsqueda es coherente con el fondo de la historia, con esa turbación que produce el contraste entre el peso y la absurdidad que hay en lo corriente. María Luengo y Rosario Ortega (las actrices debutantes que la protagonizan) dan verdad a ese tono que busca la película, entre lo oscuro, lo divertido y lo tierno, y a esa humanidad de sus personajes.

Con ello, La imatge permanent es una película con personalidad, de una belleza extraña, diferente a otras películas de pérdida y reencuentro mil veces vistas. Su mayor baza está en la originalidad y la libertad desde la que Laura Ferrés se atreve a contar su historia de amor y soledad y poco a poco va llevándonos a esa idea que dio título al libro de Carmen Martín Gaite, “Lo raro es vivir”.

La imatge permanent es una producción entre las compañías españolas Fasten Films y Materia Cinema y la francesa Le Bureau, con el apoyo de TV3, que Be for Films vende al extranjero, y cuya distribución en España corre a cargo de La Aventura.