09/02/2004 - Entrevista con el joven director italiano que, tras El embalsamador presenta una nueva y terrorífica historia sobre una pareja titulada Primo amore

Tras Turín, Venecia y Cannes, Matteo Garrone prueba en el festival de Berlín con su quinto largometraje, Primo amore, terrorífico baile en pareja sobre el vampirismo: un hombre impone a su mujer las reglas de una dieta cada vez más férrea con el fin de alcanzar un ideal corpóreo que lleva a la desaparición. Rodada en Vicenza e inspirada en un suceso –el de un cazador de anoréxicas que acaba por matar a su ex – la película es la única representación italiana que compite en la 54ª Berlinale. Los protagonistas son: el escritor Vitaliano Trevisan y la joven promesa del teatro Michela Cescon. Producida por Fandango y Medusa, se estrenará en Italia a partir del 13 de febrero. Hemos entrevistado al director

¿Has elegido el festival alemán sin dudarlo?
Mientras estábamos trabajando en el montaje ya pensaba en Berlín, no sé por qué, me parecía adecuado. No he llevado ningún doble juego con Cannes, que además me había llamado para solicitarme una proyección. Le había dicho ya que sí a Kosslick.

¿Por qué has decidido ambientar la historia en Vicenza?
Vicenza, junto con Arezzo, es la ciudad de los orfebres. Y la profesión de orfebre me parecía visualmente interesante. Las joyas diseñadas por el personaje de Vittorio son cada vez más sutiles, como el cuerpo de la chica.

A Michela Cescon, tanto en la realidad como en escena, le has pedido que se someta a un régimen muy estricto, que le ha provocado no pocas secuelas psicológicas.
Por una parte me identificaba con Vittorio: estaba capacitado para saber el peso de Michela, me parecía que no adelgazaba bastante; pero intentaba entender los movimientos psicológicos de ella... a mitad hemos tenido un enfrentamiento muy duro, pero a partir de aquel momento ella dio un gran salto como actriz, hasta le cambié la mirada. Y creo que fue lo que salvó a la película.

También El embalsamador, que te ha dado a conocer a un público más amplio y muchísimo premios, era una historia de manipulación y no era casualidad que tenía como protagonista a un artesano.
Indudablemente el elemento alquímico está presente también allí, hay una búsqueda de lo hermoso en ambos personajes: Pepino daba vida a animales muertos, Vittorio da vida al metal. Y quitando estas similitudes, veo bastantes diferencias entre las dos películas.

(Traducción del italiano)