11/05/2005

"No hay democracia en el cine, no está en su naturaleza", ha declarado Emir Kusturica. Si persistían dudas sobre la excentricidad del presidente del jurado de Cannes 2005, estas fueron puestas de lado en la roda de prensa de presentación del jurado. En respuesta a una pregunta sobre su capacidad de influenciar el jurado, el cineasta dijo: "el cine es una cuestión de gustos personales. Este es un jurado curioso y espero que tomen decisiones interesantes. Hay que elegir le ganador con el corazón, sin racionalizar. Buscamos sobretodo la cualidad estética".
Agnes Varda, directora veterana de Cannes, está de acuerdo con la flaca democracia en el cine pero al final "hay que encontrar un acuerdo mayoritario". Como en la política.
Sobre las modalidades de selección, o sea, la manera como el jurado llegará a esa mayoría, Kusturica hizo otra broma: "Es top secret! Si os digo, los que vendrán en el próximo año copiarán nuestro método de trabajo".

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Las declaraciones de Javier Bardem son más ponderadas. A pesar de las ofertas alicientes del cine americano, Barden sigue acreditando en el cine español a punto de no querer marcharse a Hollywood (como Antonio Banderas). "El echo de estar aquí es la prueba que el cine español se ha desarollado. Es la cultura latina que está en plena afirmación mundial".

(Traducción del italiano)