por Federico Greco

Tras el gran éxito alcanzado hace dos años con Le fate ignoranti, Ferzan Ozpetek regresa con un nuevo trabajo titulado La finestra di fronte [+lee también:
tráiler
entrevista: Ferzan Ozpetek
ficha de la película], distribuido por Mikado a partir del 28 de febrero. La finestra di fronte, ambientada en un ex gueto cualquiera de Roma, cuenta los dramas interiores y los sueños de la gente normal: el presente incierto de Giovanna (Giovanna Mezzogiorno), espiada por su vecino Lorenzo (Raul Bova), y su marido Filippo (Filippo Nigro). Todo el amor que pudo haber existido en el matrimonio se ha esfumado, y la relación consiste en criar a sus hijos. Todo esto se entrecruza con el pasado que oprime al anciano Davide (Massimo Girotti), un pasado de pérdidas y dolores que se remontan al otoño de 1943.

¿Cómo ha surgido la idea de esta película?
"Hace ya muchos años me crucé con un viejo señor cerca de Ponte Sisto (Roma), que tenía dinero en su mano y decía que no sabía quién era. Al principio pensé, al igual que Giovanna en la película, que era un estafador, pero él me decía que era la primera vez en treinta años que había dejado la seguridad de su hogar y los cambios que él veía en la ciudad le habían asustado. Hay una razón para la confusión de Davide: era un prisionero en un campo de concentración que, a diferencia de la inmensa mayoría, sobrevivió. De este punto partimos Gianni Romoli y yo, entrecruzando esta historia con la de una pareja en plena crisis matrimonial".

¿Contiene su película algún tipo de mensaje político?
"Cuento lo que siento, no sigo nunca una sola lógica, escucho mis emociones. A pesar de las referencias que hago a eventos históricos, no quiero que La finestra di fronte sea considerada un filme político. He querido reflejar el presente sacando a la luz eventos pasados. Es importante partir de los sentimientos y también del malestar que sentimos hoy en día".

¿Quiénes son en realidad Giovanna y Filippo?
"Afortunadamente, la búsqueda de la indentidad es una cosa común en todos nosotros, de otro modo nuestras vidas serían llanas. Cuento los sueños de personas sencillas, que no van en busca del éxito, sino de aquellas cosas que les hacen felices. Giovanna y Filippo no han perdido el amor pero tienen responsabilidades, lazos. Giovanna decide permanecer con su marido y sus hijos, no porque la familia sea la mejor opción, sino gracias a la relación que se ha formado con el anciano Davide".