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CANNES 2014 Competición

Jimmy’s Hall: ¿rezar o bailar?

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- CANNES 2014: Con conciencia social, militante y política, la última película de Ken Loach es un logrado drama histórico que agradará al gran público

Jimmy’s Hall: ¿rezar o bailar?

El Festival de Cannes ha seleccionado habitualmente a Ken Loach, uno de los regulares de la Croisette. El director británico, Palma de Oro en 2006 con El viento que agita la cebada [+lee también:
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, un drama histórico que vuelve a tener lugar en los años 30.

Jimmy Gralton vivió exiliado en los Estados Unidos por 10 años antes de volver a su Irlanda natal para ocuparse de la granja familiar. El país con el que se encuentra está inmerso en un tímido resurgimiento tras la guerra civil y Jimmy espera ser capaz de desarrollar sus ideas de progreso en él. Abre una sala comunal en donde la gente baila, estudia, habla o debate. Este lugar de expresión artística y filosófica tiene en seguida mucho éxito, lo que irrita a la iglesia, y en la ciudad, provoca más de una tensión… 

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El guion de Paul Laverty, leal colaborador de Ken Loach, pone el énfasis en las escenas de baile, que otorgan una constante ligereza a la película. La historia se antoja militante, y el director inglés más mordaz ha estado presente para tratar sus temas políticos y sociales subyacentes. Barry Ward, que interpreta a Jimmy, tiene un agradable carisma que contribuye al clima general de diversión. La historia de un urbanita, interpretado por Kevin Bacon, que intenta ganar en un concurso de baile de una pequeña ciudad conservadora del oeste de los Estados Unidos, a pesar de la oposición de un reverendo retrógrada.

La iglesia católica considera la “hall” un lugar perjudicial, mientras ofrece a la gente un espacio abierto para el intercambio cultural. El público, estrictamente hablando, no puede tomar parte en esta cruzada en contra de la intolerancia y la libertad individual. Esta cruzada es, sin embargo, llevada a cabo a la perfección, con todos los ingredientes para agradar al gran público, mientras que los trabajos más importantes de la cinematografía del director de Kes (1969) y Tierra y libertad (1995) tienen que ver, generalmente, con la lógica inversa. Los toques de humor, también únicos en el cine Loach, evita, afortunadamente, que la película se atrape en un clasicismo excesivamente acentuado y, finalmente, es el buen humor y la sensación de un trabajo bien hecho lo que acaba surgiendo en el metraje de la película, fue rodada en 35mm. 

Con 77 años de edad, Ken Loach dice que está cansado, y aún así ha creado una película dinámica y animada, que da la impresión de un cine fácilmente elaborado, sin importar la complejidad de los temas tratados. Será la diversión de la experiencia…

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(Traducción del francés)

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