03/09/2014 - VENECIA 2014: Duccio Chiarini descubre a Matteo Creatini, un joven actor muy prometedor

El cautivador primer largometraje de Duccio Chiarini, Short Skin [+lee también:
tráiler
entrevista: Duccio Chiarini
ficha de la película], fue presentado en Venecia en el marco de la segunda edición de la sección paralela Biennale College - Cinema, reservada a las óperas primas. El personaje principal de esta comedia agridulce, Edoardo (encarnado por el joven y prometedor Matteo Creatini), es un adolescente que debe luchar contra su inseguridad sexual en el seno de una familia que es por antonomasia la familia italiana.

Edoardo vive en Pisa y sufre de fimosis desde la niñez. La malformación de su pene es el centro de atención de toda su familia: de sus padres (Michele Crestacci y Bianca Nappi) como de su hermana pequeña Olivia (Bianca Ceravolo), quien examina regularmente su anatomía. A los 17, Edoardo comienza a sentir la presión. Su mejor amigo Arturo (Nicola Nocchi) está obsesionado con la idea de estar próximo a perder la virginidad y se pasa el tiempo imaginando con detalles cómo será ese momento tan esperado. A Edoardo no le molesta la idea de tener relaciones sexuales, todavía menos cuando su amiga Bianca (Francesca Agostini) llega a Pisa para las vacaciones o cuando conoce a Elisabetta (Miriana Raschilla), cantante en un grupo, pero su enfermedad no le facilita las cosas. 

Short Skin contiene, según el mismo director, un cierto número de elementos autobiográficos, lo que explica la afección con la que Chiarini nos describe sus desventuras (y las de su protagonista) y la química increíble que une a esa familia. Aunque con un toque familiar, el film cautiva al público por su habilidad para mezclar humor y drama, y podría incluso darle a algunas personas una o dos lecciones sobre valor, improvisación y seguridad en uno mismo. 

En cuanto al personaje de Edoardo, ya hacía tiempo que no veíamos en las pantallas a un joven tan entrañable como este adolescente taciturno, delgado como un palo, pero con un corazón enorme. Sus actos y comentarios se rigen por un sólido sentido común, aún cuando aquellos que lo rodean hacen o dicen algunas cosas que podrían lastimar a sus seres queridos. Creatini ofrece una extraordinaria actuación en el papel del chico que debe vencer su miedo, su malestar y el temor a lo desconocido para retomar el control de su futuro. 

Examinar un pulpo, ser él mismo objeto de auscultación para médicos y familiares, tratar de consumar actos sexuales con una prostituta, soportar la obsesión de su hermana pequeña por cruzar al perro de la familia con otro perro, aguantar los problemas conyugales de sus padres… Son tantas situaciones a las que Edoardo tiene que hacer frente y que han puesto a prueba el talento de Creatini, pero el actor encuentra siempre la manera justa para comunicar las emociones de su personaje. Este ha sido uno de los retos de la película, pues Edoardo está en la pantalla casi en todas las secuencias, y Creatini sale airoso. Es, sin dudas, el protagonista perfecto para una de las escenas más bellas vistas recientemente, una secuencia que es en realidad una oda a la juventud y al paso a la vida adulta.

Aunque no se libra de imperfecciones y pasa muy abruptamente de la comedia adolescente al drama familiar, Short Skin es una experiencia cinematográfica arrebatadora y pertinente. El filme tiene como soporte a todo un conjunto de actores que ofrecen interpretaciones bastante naturales. Si su promoción continúa, la película podría tener mucho éxito tanto en festivales como en salas, especialmente gracias al talento de Duccio Chiarini que le permite con gran sensibilidad las situaciones cómicas, así como los altos y bajos de una típica familia italiana. 

Short Skin ha sido producida por la sociedad La Règle du Jeu. Sus ventas internacionales corren a cargo de Films Boutique.

(Traducción del inglés)