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GDYNIA 2016

The Erlprince: en el sombrío bosque humano

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- La película dirigida por Jakub Czekaj e inspirada en un poema de Goethe, dio el pistoletazo de salida en el festival de Gdynia y, de paso, confirmó el potencial del joven cineasta

The Erlprince: en el sombrío bosque humano

La edición de 2016 del festival de cine polaco de Gdynia arrancó ayer con una señal importante: aunque se trata de una obra de un director tan joven como Jakub Czekaj, no cabe duda de que la cinta encargada de inaugurar las festividades, The Erlprince [+lee también:
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, arroja una madurez intelectual y artística que da al público todo lo que cabría esperar del cine: una buena dosis de contenido para la reflexión, sensaciones visuales y emociones fuertes.

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Por otra parte, este año, la competición oficial de la 41ª edición del festival de Gdynia tiene un color especial, ya que está ampliamente poblada por primeros y segundos largometrajes: siete títulos de un total de dieciséis competidores. The Erlprince, de hecho, es el primer largometraje de Jakub Czekaj, aunque su segunda obra, Baby Bump [+lee también:
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, llegara a su público antes (se estrenó en la sección Biennale College de la Mostra de Venecia de 2015). Así pues, y como subraya el director, The Erlprince es su verdadera ópera prima, una película en su sentido “más virgen”, más personal, más pertinente. Tanto durante la escritura del guion como en el proceso de rodaje, el cineasta constató, en efecto, que su propia trayectoria y la de su personaje principal iban poco a poco convergiendo. Rodar un primer largometrajes una especie de prueba: el director aprende a decir en voz alta lo que quiere expresar como individuo, para lo cual debe encontrar su independencia y su autonomía. 

El protagonista del film, un joven de 14 años de edad, The Erlprince (literalmente, el Príncipe de los alisos), también debe librar una batalla para alcanzar su libertad. Su lucha es especialmente difícil: primero, por que no es un ser humano ordinario, sino un niño prodigio, un superdotado en física; después, porque lo cría a solas su madre, una mujer autoritaria y sobreprotectora; por último, porque presiente la cercanía del apocalipsis y construye un reloj digital que cuenta los días que faltan para que llegue el final del mundo.

La cinta hace referencia explícita a El rey de los elfos, de Goethe, y, como en la obra del poeta alemán, el personaje principal del largometraje de Czekaj debe atravesar un bosque gobernado por una criatura maléfica. En el caso que nos ocupa, el bosque es el de los seres humanos que lo oprimen, lo obstaculizan y violan su libertad. Son: el amor ciego y posesivo de su madre; la salvaje y peligrosa relación con su padre, reencontrado, a la manera de los lobos amenazadores que el chico ve a su alrededor; sus nuevos compañeros de universidad y los profesores... El bosque de Goethe es, aquí, el pasaje doloroso de la infancia a la edad adulta, de una identidad aún por determinar a la de un hombre maduro. Y, como en Goethe, esta travesía tiene tintes dramáticos y puede llevar a su viajero hasta la muerte.

La película de Jakub Czekaj es una variación en torno al cuento, una balada romántica, y, más que el retrato de una familia moderna (fragmentada, desintegrada, hecha pedazos), lo es más bien de un individuo sometido a una prueba que debemos pasar cada uno de nosotros más tarde o más temprano en nuestras vidas. En The Erlprince, este desafío aparece llevado al extremo.

Apoyándose en la obra clásica, el director emplea efectos especiales para dar forma a una película totalmente contemporánea sin que por ello se entregue al deslumbramiento fácil. Otro de los nombres que cabe retener es el de Stanislaw Cywka, el talentoso actor principal, al que volveremos sin duda a ver próximamente y que, junto con Agnieszka Podsiadlik (en el papel de la madre), forma un dúo notable. 

The Erlprince es una producción de Munk Studio y Stowarzyszenie Filmowców Polskich (Polish Filmmakers Association) en coproducción con TVP y Odra Film y con el apoyo del Polish Film Institute.

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(Traducción del francés)

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