email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

Martin Provost • Director

"Abrir las puertas de la vida a la vez que las de la muerte"

por 

- Nos encontramos en Berlín con el guionista y director francés Martin Provost para hablar de Dos mujeres, presentada fuera de concurso

Martin Provost • Director
(© Berlinale)

Acostumbrado como está a retratar mujeres, el autor de Séraphine [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
y Violette [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
cuenta en su Dos mujeres [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Martin Provost
ficha de la película
]
(Sage Femme) la historia de unos reencuentros "en un momento bisagra de sus vidas" entre Claire (Catherine Frot), la comadrona [sage femme en francés] a que hace referencia el título, soltera en edad de ser madre de un hijo en edad de ser padre de un hijo, más atenta a los otros que a su placer, y una figura de su pasado, Béatrice (Catherine Deneuve), la última amante de su fallecido padre, una hedonista un poco volátil que no presta atención alguna a los gastos ni a las consecuencias de sus actos y que goza de una alegría de vivir contagiosa. Apoyándose en el "genio" de las dos actrices que encarnan a sus personajes, Martin Provost relata con sensibilidad la manera en que, al retomar el hilo de una amistad largo tiempo oculta, a medio camino "entre nacimiento(s) y muerte", las dos mujeres vuelven a hacer juntas una parte del camino. El director regresa a la palestra, pues, impulsado por su trayectoria anterior y a lomos de dos personajes fuertes y conmovedores. 

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

Cineuropa: Se diría que, a priori,Dos mujeres nos sumerge en un mundo alejado de su universo propio. ¿Por dónde empezó a imaginar esta historia?

Martin Provost: No tenía ganas de hablar de mí, simplemente. Sin duda, puede ser que al fin y al cabo no dejamos nunca de hablar de nosotros mismos pero lo que quería aquí era otra cosa. Y, ya que estamos, me apetecía rendir homenaje a las comadronas. Una de ellas me salvó la vida: al nacer estuve a punto de morir; buscaron sangre desesperadamente hasta que se supo que la comadrona tenía el mismo Rh que yo y podía darme sangre. Tengo, por tanto, sangre de comadrona por mis venas y eso es algo en lo que pienso a menudo... Dicho lo cual, quería rendir homenaje a la profesión al completo, ir más allá de mi pequeña historia para hacer una gran historia dirigida a todo el mundo. Así fue como imaginé este personaje, este personaje en un momento bisagra de su existencia, con todo lo que le puede pasar y, sobre todo, con esa posibilidad que tiene de abrir las puertas de la vida tanto como las de la muerte, puesto que son los mismos gestos: nos dan la vida al mismo tiempo que nos dan la muerte y eso nos acompaña.

El vínculo entre Claire y Béatrice, articulado alrededor del padre muerto, se rompió hace tiempo, incluso se negó, y podría haber quedado así pero, aunque los reencuentros no son en absoluto fáciles, nos damos cuenta de que, sin eso, sus vidas no podrían haber sido plenas.
Cuando Claire era niña, Béatrice llevó a su vida una especie de despreocupación y de alegría de vivir que, una vez desaparecidas, echó mucho de menos. Ése es el tema del film también: la ausencia. Pensemos en ello: ¡el personaje central de la película es un hombre” (risas). Me dicen siempre que no hago más que escribir películas sobre mujeres pero, si lo miramos bien, siempre hay un hombre, aunque esté muy ausente. El padre es una figura que echaron muchísimo de menos y que las une. Ellas hacen las paces a raíz de su desaparición, cuando se la perdonan. 

¿Escribió usted los papeles de Claire y Béatrice para Frot y Deneuve?
Ése era el punto de partida: de verdad que escribí el guion para ellas y también para Olivier Gourmet. Soñaba con ellos tres ¡y los tres aceptaron! Es increíble eso cuando pasa. Tuve miedo en las primeras citas pero todo fue rodado y había buen ambiente y ganas de formar parte de esta historia. Sólo hubo que juntar a las dos Catherine y ¡voilà! Ya tenía los personajes. Porque hay que decir que todo ocurrió un poco como en la película, como una especie de confrontación bastante improbable entre dos naturalezas completamente diferentes pero muy complementarias. No sé si ellas se daban cuenta pero yo veía que algo había y que iba a poder mostrar cosas magníficas. Había que hacer gala de cierta humildad para meterse en el meollo y verlas desenvolverse: ¡tienen genio en todos los sentidos!

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

(Traducción del francés)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Lee también

Privacy Policy