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Pedro Almodóvar • Director

"Soy incapaz de respetar las reglas de los géneros"

por 

- Pedro Almodóvar mezcla el thriller con el género fantástico y el melodrama intimista en la esperadísima adaptación de la novela de Thierry Jonquet.

Pedro Almodóvar compareció ante los medios de todo el mundo tras la proyección de La piel que habito [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Pedro Almodóvar
ficha de la película
]
, presentada en competición en el 64° festival de Cannes. El director manchego acudió al encuentro acompañado, entre otros, por su hermano Agustín –coguionista y productor– y los actores Antonio Banderas, Elena Anaya y Marisa Paredes. A continuación figura una selección de fragmentos de la entrevista.

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¿Qué le llamó tanto la atención de la novela Tarántula, de Thierry Jonquet?
Pedro Almodóvar: Leí hace unos 10 años la novela. Lo que me llamó la atención y lo único que permanece en la película –a lo largo de este tiempo me he alejado mucho del original– fue la magnitud de la venganza del doctor Ledgard.

¿Cómo explicaría el personaje interpretado por Antonio Banderas?
El personaje de Antonio es un creador, alguien a punto de crear vida, una piel: el órgano nos identifica y nos separa de los demás. Proviene de una familia feroz, muy salvaje e independiente moralmente, con una educación distinta a la de cualquier español, con una cultura que no se basa en el castigo y el pecado como la mía. Es un psicópata sin escrúpulos, sin ninguna empatía; un personaje extremo, que viene muy bien a esta película porque nos promete crueldades sin cuento, a lo que naturalmente tiene que corresponder un personaje como el de Elena [Anaya], con la capacidad para sobrevivir a toda esa crueldad.

¿Esta incursión en el thriller supone el comienzo de una nueva tendencia en su carrera?
A lo largo de mi trayectoria personal y profesional he ido pasando por diferentes géneros que eran favoritos en ese momento. Ahora mismo el thriller es un género que puede amalgamarse con otros géneros. Yo soy incapaz de respetar las reglas de los géneros. Uno ya no puede hacer un género como el thriller, el melodrama, el musical, etc. con la misma inocencia de los años 40 o 50. No sé cómo será la próxima película –aunque ya la estoy escribiendo– pero es muy probable que vuelva a incidir en el thriller.

¿Qué otras influencias tiene La piel que habito?
Lo que más me interesaron fueron los thrillers de los años 40 de autores como Fritz Lang. De hecho –y esto no se lo dije a ninguno de los que me acompañan en esta mesa–, estuve varios meses pensando en hacer la película en blanco y negro y muda, a la manera del cine de Fritz Lang; pero el guión no se ajusta perfectamente a eso. Finalmente [y al cabo de nueve borradores], la única referencia clara que tuve era Ojos sin rostro, de George Franju. Frankenstein, de Mary Shelley, o más bien el mito de Prometeo en que está basada, es más bien una resonancia de la que me percaté a posteriori. Por lo demás, quise alejarme del gore, del espectáculo brutal del cuerpo, para que el espectador se centrase en entender los procesos de transgénesis que lleva a cabo el protagonista. No sé hasta qué punto La piel que habito es una película de ciencia ficción. En Granada ya hay un laboratorio de piel artificial y la transgénesis es una realidad que la bioética naturalmente detiene para no mezclar seres humanos con otras especies pero que se da con normalidad en otros campos: alimentos, telas...

¿Qué relación mantienen, por lo tanto, la ciencia y el arte?
El personaje de Elena encuentra un enorme alivio en Louise Bourgeois, lo que le ayuda a mantenerse viva. El arte en este caso significa una ayuda a la supervivencia. La ciencia sigue otro camino. Yo creo que la ciencia convertirá la idea de “humanidad” en otra cosa. Ganaremos mucho pero también habrá una incógnita cuando el ser humano pueda determinar, a través de la terapia genética, los pormenores del nacimiento de un nuevo ser. La ciencia nos ayudará mucho pero también nos pondrá ante un abismo. El arte siempre va a estar ahí para acompañarnos, para dar placer o, incluso, para ayudarnos a sobrevivir.

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