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Yannis Economides • Director

“Mis personajes ya estaban en crisis mucho antes de que ésta estallara en Grecia”

por 

- Yannis Economides encabeza el contingente griego de la Berlinale con Stratos, obra proyectada a concurso que ha generado división de opiniones y de la que habló tras su presentación

Yannis Economides • Director
(©Richard Hübner/Berlinale)

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 y líder de la invasión griega de la Berlinale, habla sobre su divisiva competidora en el festival.

Cineuropa: Esta es su primera vez en uno de los principales festivales internacionales de cine. ¿Le preocupa el hecho de que su cine se defina en gran medida por la manera en que sus personajes emplean el idioma griego?
Yannis Economides: No creo que haya nada de especial en el modo en que empleo el lenguaje; es decir, no es un idioma inventado. Creo y tengo la certeza de que este tipo de lenguaje es genuino. Esta es la manera en que habla este grupo específico de individuos, bajo estas circunstancias sociales específicas y en este tipo específico de situación. Incluso esta reiteración de palabras, creo, refleja fielmente cómo hablan los griegos: está ahí, en la calle, y las escenas de mi película coinciden, en este sentido, con como podría ocurrir en la vida real.

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Esa es una característica que ya vimos tanto en The Matchbox como en Soul Kicking [+lee también:
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; sin embargo, el personaje de Vangelis Mourikis en Stratos apenas dice nada, lo que recuerda su anterior película, Knifer. ¿Es esta antítesis síntoma de un director dividido entre dos facetas de su trabajo?
Podría decirse que en Stratos presenciamos el enfrentamiento entre dos mundos, entre dos estéticas opuestas: una de verborrea alta y extrovertida y otra de quietud discreta e introvertida. Pero esa división no se da en mí, no; es, simplemente, la complejidad de la vida. En la vida real, en Grecia o en cualquier parte, puede uno encontrarse con gente de pocas palabras, tranquila y enigmática, igual que personas ruidosas al borde de la histeria. Mis personajes habitan ambos polos y supongo que, en esta película, se entremezclan, en cierto modo, con el objetivo de ser lo más fiel posible a la realidad.

La prensa internacional ha dado muestras de esforzarse en enmarcar Stratos dentro de la nueva ola de películas griegas surgidas a raíz de la crisis financiera.
Sí, puedo entender la necesidad de la prensa de categorizar y etiquetar las cosas pero el mundo que presento en mi cine siempre ha estado en crisis. Mis personajes ya estaban en crisis mucho antes de que estallara la burbuja en Grecia. Yo no descubrí la crisis social de Grecia ni la crisis del mundo occidental. Los temas que siempre he tocado, temas sobre la condición humana, el amor, el odio, la traición, los préstamos, la mezquindad, la identidad de los nuevos griegos, sus vicios, sus defectos y deficiencias… eso es lo que siempre me ha interesado. Pero entiendo que los periodistas necesiten etiquetas, igual que comprendo su confusión para con mi película, ya que es posible que ella también hable de ellos, de sus propios países y ambientes, de sus sociedades. 

Este es su primer intento de hacer cine negro. ¿Se sintió maniatado de algún modo por ello?
No, en absoluto. Era algo así como un reto añadido; eso es lo que me intriga de este trabajo. Siempre se está haciendo una apuesta y luchando por ganarla. En este caso, era arreglárselas para conseguir un personaje plausible a partir de este antihéroe en una realidad social estricta y precisa, no hacer cine policíaco a la última con gabardinas, sombreros y gafas de sol, clichés del género que no reflejan de ninguna manera la realidad. Al contrario, había que hacer creíble que este personaje se encuentra ahí, en alguna parte, se llama Stratos y es un sicario.

Usted encabeza la invasión de cine griego en esta Berlinale. ¿Le supone una mayor presión?
La verdad es que no; no creo que funcione así. Solo acarreo la responsabilidad de mi propio trabajo. Estar aquí es de por sí una gran reivindicación de la labor y el esfuerzo de todo el mundo. Lo más importante es el reconocimiento que ha conseguido la cinta, primero de parte del festival y su gente, que la ha acogido con gran cariño, desde el mismo proceso de selección hasta ahora. Ellos comprendieron la película, en toda su complejidad. Estoy muy orgulloso de ella y, lo que es más, creo que el trabajo de Vangelis Mourikis no pasará desapercibido para los miembros del jurado. Su interpretación resultará perturbadora para muchos de ellos.

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(Traducción del inglés)

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