13/01/2015 - Seraina Rohrer, que desde 2011 es la directora del Festival de Cine de Soleura, nos habla con pasión y decisión sobre la 50ª edición del certamen

Seraina Rohrer, que desde 2011 es la directora del Festival de Cine de Soleura, nos habla con pasión y decisión sobre la 50ª edición del certamen. Ha revelado a Cineuropa su afición por el cine suizo, aunque también sus dudas sobre su futuro.

Cineuropa: ¿Puedes hablarnos brevemente sobre la programación de la 50ª edición del Festival de Soleura?
Seraina Rohrer: En primer lugar, el programa está compuesto en parte por producciones recientes. La edición de este año ha visto un considerable número de jóvenes realizadores que presentan sus debuts. Me encanta ver que ya tienen una idea muy clara del tipo de cine que quieren hacer. Así que hemos decidido inaugurar esta 50ª edición con Unter der Haut, primer trabajo de Claudia Lorenz. En mi opinión, se trata de una película muy representativa de estos jóvenes directores que tienen las cosas muy claras tanto en la forma como en el contenido. Como es lógico, no habrá sólo películas de jóvenes en Soleura, sino que también estarán presentes grandes maestros conocidos en todo el mundo como Ursula Meier, Freddy M. Murer o Christian Frei, por decir unos pocos. Estos talentos veteranos han contribuido durante años a la fama del cine suizo. Aunque estamos celebrando 50 años, hemos decidido no mirar hacia atrás, sino más bien afrontar los retos del futuro, sobre todo la digitalización. Por esta razón hemos querido lanzar el portal film.ch. Nos gustaría crear una especie de IMDB, un diccionario del cine suizo. La idea de fondo es promocionar el cine suizo durante todo el año y de cara al gran público.

Dices estar encantada de tener tantas óperas primas de jóvenes directores. ¿Por qué? En tu opinión, ¿se puede hablar de una nueva generación de autores suizos?
Es posible observar una tendencia general a concentrarse en la esfera privada, en la vida cotidiana. Si comparas esta edición con el Festival de Soleura de hace 50 años te dan cuenta de que las cuestiones políticas han dado lugar a preocupaciones más privadas. Creo que es una tendencia muy interesante. Existe un deseo cada vez mayor entre estos jóvenes directores de trabajar juntos. Chrieg [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Simon Jaquemet
ficha de la película], que fue presentada en San Sebastián y Zurich y será proyectada en Soleura, es un ejemplo. Esta películas de Simon Jaquemet fue desarrollada por el colectivo de Zurich 8Horses, compuesta por ochos jóvenes creativos. Su idea es hacer películas con un lenguaje cinematográfico muy claro, destinadas principalmente al circuito de festivales. Estos jóvenes directores apuntan por encima de todo a existir en el circuito de festivales, narrar sus historias y hacer cine de autor a través de dar prioridad a la dinámica del grupo. 

¿Cuáles son en tu opinión los principales problemas del cine suizo, sobre todo en cuanto a la interrupción de la ayuda europea del programa MEDIA?
Es verdad que desde la votación de febrero de 2014 todo se ha hecho más difícil para el cine suizo. El problema es sobre todo que nos excluyeron de los contratos europeos y se cortaron los vínculos con las redes. Esto último era extremadamente importante para el cine suizo, ya que proporciona acceso a talleres, festivales... Estamos preocupados con la visibilidad internacional. Es un poco extraño encontrarse en el corazón de Europa, en un mundo cada vez más complejo y global, y verse al mismo tiempo excluidos y separados de ese mismo contexto. La situación actual es muy complicada para los directores que trabajan en el ámbito internacional y se consideran cineastas europeos. 

¿Qué consejo darías a los directores suizos?
Siempre es difícil dar consejos porque hay muchas personalidades distintas, pero en cualquier caso diría que siempre tienes que seguir el camino que has elegido, creer en tu manera personal e inimitable de ver el cine. Creo que es muy importante que los jóvenes directores intenten a toda costa hace su cine. Siempre tendrías que mantener tu visión artística, algo único y que no deberías ceder.

(Traducción del francés)