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Nicolas Wadimoff • Director

"Yo mismo oscilo entre la espontaneidad total y la organización. Es una cuestión de sensibilidad"

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- Cineuropa ha hablado con el director suizo Nicolas Wadimoff con motivo de su último trabajo, Spartiates

Nicolas Wadimoff  • Director

El realizador suizo Nicolas Wadimoff nos habla sobre su último trabajo, Spartiates [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Nicolas Wadimoff
ficha de la película
]
, que, tras su estreno mundial en Rencontres Internationales du documentaire de Montréal, forma parte de la competición de las Jornadas de SoleuraEn ella, relata la historia de un personaje poco común que consigue encontrar la esperanza donde ésta no abunda precisamente. Una obra muy potente y actual.

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Cineuropa: ¿Cómo nace la idea de la película?
Nicolas Wadimoff: La génesis del proyecto es muy singular. En 2013, Marsella fue elegida capital europea de la cultura. Por esta razón, RTS ha lanzado la iniciativa “Marsella Capital de Europa”. Un periodista de la radio Couleur 3 se dijo curioso de que nadie quisiese hablar de los barrios del norte de la ciudad, que representan casi la mitad de la ciudad, no sólo en cuanto a superficie, sino también en cuanto a población. Este mismo periodista se acordó de que yo tenía contactos en aquellos barrios por mis anteriores películas. Me preguntó si aceptaría el reto de hacer una pequeña producción en los barrios del norte. Llamé a mi amigo MoussaMaaskri, protagonista de mi anterior película, y le pregunté si podíamos hacer algo juntos. Me habló de Yvan Sorel, un tipo increíble que hace un trabajo estupendo con los jóvenes. Fui a conocer a Yvan y afronté el desafío: una película en sólo dos días llamada Spartiates des quartiers. Es una película breve, que simplemente muestra los problemas pero a pesar de todo ha despertado un gran interés. Sentía que era necesario hacer una película sobre este tema tan actual, sobre este mundo que se ha creado al margen de la República, con otras referencias. 

Aunque Yvan es un personaje muy carismático, la película da más importancia a la imagen que a las palabras. ¿Cómo ha conseguido canalizar su energía para que se expresase de manera natural?
Es una pregunta muy interesante cuya respuesta es tan sencilla como compleja. Es un conjunto de encuentros repentinos que llevan al respeto recíproco, la sinceridad y la autenticidad. Yvan y yo no tenemos ninguna relación de dominación, como sucede con frecuencia en el cine. Vemos el mundo de una manera parecida, lo que permite que Yvan pueda ser él mismo sin sentirse traicionado o manipulado por mí. Es una persona muy tranquila. Ambos éramos directores de orquestra. Nuestra relación se basaba en un continuo intercambio de ideas, opiniones y emociones. ¡Yvan tiene un sexto sentido increíble! Ve las cosas llegar, sabe cómo moverse, no es fácil engañarle. No hemos hablado de la película, pero sabe imponer unas cosas y no permitir otras. La manera de hacer las cosas la hemos diseñado los dos sin sentarnos en una mesa, de una manera orgánica. 

Con respecto al documental y a la interpretación de los actores, ¿dónde está la frontera entre la espontaneidad y la ficción? ¿Cómo lleva esta dualidad?
La respuesta sencilla sería oscilando entre ambas. La más compleja surge a partir de la segunda pregunta. Consigo hacer realidad la espontaneidad porque existe un intercambio constante con Yvan, aunque sobre todo es una oscilación entre la razón, es decir, la construcción dramática de la película, mis apuntes, el intelecto, y la represión de la voluntad de una estructura narrativa. Esto lo hago para aflojar la mano y dejarme llevar por las emociones. Personalmente es necesario activar ambos lados, el teórico y el emocional, donde desarrollar mi deseo de encuentro e intercambio. Para volver a tu pregunta sobre la frontera entre la actuación y la espontaneidad, creo que hay un momento en el cual el relajamiento lleva a escenas que parecen de ficción, aunque estén basadas en la realidad. Es una alquimia inusual. No hay reglas, exploro caminos. Yo mismo oscilo entre la espontaneidad total y la organización. Es una cuestión de sensibilidad, de feeling. Es un baile entre dos, pero esta vez no con Yvan, sino entre él y la cámara.

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(Traducción del francés)

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