17/07/2015 - Cineuropa habla con Carlo Chatrian, director artístico del certamen suizo, sobre el papel de los festivales de cine en la promoción de las películas

“Será un festival ecléctico”, ha explicado Carlo Chatrian, director artístico del Festival de Locarno desde 2013. “Nuestro certamen consigue conjugar y aunar, dentro del lenguaje universal del cine, todos los géneros, formatos, estilos y la historia proyectada en la gran pantalla, que se refleja sobre cada uno de nosotros sin barreras o fronteras”. 

Con un presupuesto en crecimiento (llega este año a trece millones de euros), lo contrario que en muchos otros festivales, la 68ª edición, que se celebra del 5 al 15 de agosto, contará con 14 estrenos mundiales y un gran número de primeros y segundos largometrajes en la competición internacional, subrayando la vocación histórica de investigación de esta importante cita del cine europeo. “Locarno acogerá un grupo de realizadores que hace un cine algo distinto del que suele apreciar el gran público. Directores consagrados y autores de nueva generación como Pietro Marcello, Rick Alverson o Sina Ataeian Dena”.

Cineuropa: ¿Qué importancia tienen los festivales en el proceso de promoción y distribución de una película independiente?
Carlo Chatrian: Depende de lo que entendamos por cine independiente, porque una película independiente dirigida por Scorsese o Demme no necesita festivales si no consiguen atraer a la prensa. Para algunas de las películas de Locarno, incluso de directores importantes como Chantal Akerman, Andrzej Zulawski, Hong Sangsoo o Alex van Warmerdan, está claro que los festivales cubren un papel principal porque ayudan a que se conozca la película. Además, el cine independiente se ha ampliado muchísimo, mientras que la oferta cinematográfica, sobre todo en cine, no lo ha hecho en igual medida. Luego, mirando al futuro, puede ser una de las grandes cuestiones que afrontar. Los estrenos son cada vez más day-and-date, o sea dirigidas y con gran variabilidad. En este sistema, los festivales, o son como Locarno, que pide estrenos mundiales, o sufren este tipo de estrenos. Luego, con la posibilidad de pasar a plataformas online, se supera con facilidad los límites nacionales.

¿Cuál es el interés de los compradores internacionales hacia Locarno, que no tiene un mercado como tal pero sí una Industry Office?
No tenemos un mercado porque no hay stands y no tendría sentido tenerlos, aunque el trabajo de Nadia Dresti y su equipo es muy importante y se está ampliando. No sólo por las iniciativas promovidas, sino también por el interés de los compradores, sobre todo americanos. Desde que estoy yo, cada año viene una decena a Locarno buscando lo que llaman películas “marginales”, pero que, precisamente por tener una posición muy clara en el mercado, consiguen llegar a los cines. El año pasado me sorprendió que una película como La sapienza [+lee también:
crítica
tráiler
ficha de la película], de Eugène Green, sobre el gran arquitecto barroco Francesco Borromini, fuese distribuido en EE. UU. y fuese definido por Scott Foundas, crítico cinematográfico de Variety, como una de las cinco películas más interesantes del año. Algo se está moviendo y parece bueno. 

Hay hasta un vínculo con la Exposición Universal de Milán.
Sí, habrá un trozo de la Exposición en Locarno, ya que entre las películas de la sección Piazza Grande tenemos el placer de proyectar una obra presentada allí bajo forma de instalación: Pastorale cilentana, del gran realizador italiano e internacional Mario Martone, amigo de Locarno. Es una pequeña joya poética de 19 minutos, sin diálogos, que dará inicio a una de las veladas de la Piazza Grande.

(Traducción del italiano)