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Ivan Marinovic • Director

"El único modo de hacer un film ambicioso con bajo presupuesto es sacarle partido a los obstáculos"

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- Cineuropa entrevista al joven director montenegrino Ivan Marinovic, que ha competido con su ópera prima, The Black Pin, en el Festival de Cine de Sarajevo

Ivan Marinovic • Director

Un sacerdote misántropo que se pelea con sus feligreses a propósito de una gran venta de terrenos: tal es el punto de partida de The Black Pin [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Ivan Marinovic
ficha de la película
]
, primer largometraje del joven cineasta montenegrino Ivan Marinovic, recién graduado en la FAMU de Praga y ahora el primer director de su país que ha conseguido hacerse un hueco en la competición principal del Festival de Cine de Sarajevo. Nos hemos encontrado con él para que nos hable sobre su película y sobre el logro que supone competir en Sarajevo.

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Cineuropa: ¿Por qué querías contar esta historia?
Ivan Marinovic
: Todo viene de por qué quería ser cineasta. Yo he crecido en un lugar en el que se contaban muchas historias, y yo las podía ver claramente en mi cabeza. Empecé a reflexionar en el cine como medio narrativo. Esta historia en concreto vino a mí cuando volví a Montenegro del extranjero, en un momento en el que yo comenzaba a percibir la mentalidad local con una nueva perspectiva. Oí una anécdota sobre un sacerdote en un funeral que estaba siendo interrumpido todo el rato por la banda y cuyos vecinos querían echarle del pueblo. Este tipo, que tiene que predicar amor al prójimo, estaba rodeado de prójimos que no le estaban siendo de mucha ayuda. Empecé a pensar sobre las personas, la religión y las supersticiones, y entonces imaginé a un cura misántropo. Esto me dio mucho espacio para integrar otras cosas, como las ventas de propiedades que se están llevando a cabo en la actualidad, una situación que la gente no sabe cómo manejar. De hecho, solo ahora me doy cuenta del aspecto político de mi película. Creo que el tradicionalismo y la superstición han creado mucha ignorancia, lo cual puede llevar fácilmente a la corrupción. 

Tu película mezcla varios estilos: es un drama gracioso, una comedia seria...
No ha sido escrita deliberadamente como una comedia de género. Cuando estaba escribiendo el primer borrador, que iba a ser más un drama, empecé a reírme y me pareció absurdo. Para mí era interesante relacionar el lado absurdo de las situaciones con un lugar tan idílico, pues percibes el paso del tiempo, el carácter duradero de la belleza, y te das cuenta de la insignificancia de estos conflictos. Es algo más complejo que meter el film en el saco de la comedia negra.

Has trabajado mucho en los personajes, son probablemente el elemento más importante de la película. ¿Cómo ha sido este trabajo?
Me he inspirado en muchas personas que conocí cuando era pequeño, gente a la que quiero mucho, lo cual ha evitado que hiciera caricaturas. Esto me ha permitido crear personajes rotundos, con sustancia, y el protagonista, para ser sinceros, podría estar basado en mí mismo. Ya conocía al actor que lo interpreta (Nikola Ristanovski), y desde el principio me imaginaba al personaje con su rostro para poder torturarlo. Era divertido.

¿Ha sido difícil reunir al reparto?
He contado con actores muy experimentados de Macedonia, Croacia, Serbia y Montenegro, además de muchos debutantes. Tratar de realizar una obra coral y hacer que el estilo y la acción funcionaran al mismo nivel ha sido todo un desafío. Pero cuando mi equipo vio a toda esta gente que realmente creían en mí, no tardaron en hacer lo mismo.

¿Te ha ayudado eso con el proceso de producción?
Es muy difícil debutar en el largo con una gran coproducción; he hecho muchísimo trabajo de campo para conseguir localizaciones, alojamiento, etc., gratuitamente, con el objetivo de que el dinero fuera invertido en las imágenes y el reparto. Había que tomar una decisión: trabajar muy rápido con actores veteranos, o durante más tiempo con actores menos experimentados. Creo que el único modo de hacer un film tan ambicioso con tan bajo presupuesto es sacarle partido a los obstáculos.

¿Ha sido difícil trabajar en Montenegro?
Montenegro no forma parte de Eurimages. Conseguimos un acuerdo coproducción en Serbia, pero era una cantidad muy reducida de dinero. Solo ahora estamos a punto de conseguir un centro de cine. Hasta el momento, todo obedecía a las decisiones del Ministerio de Cultura. Hace un año entramos en MEDIA, así que las cosas están cambiando. Hay una nueva generación de creadores emergentes que están haciendo mucho por mejorar la situación, con proyectos muy interesantes. Creo que todo va a cambiar dentro de muy poco tiempo.

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(Traducción del inglés)

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