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Amélie van Elmbt • Directora

"Baso mi trabajo en los reencuentros que se dan de forma simultánea en la ficción y en la realidad"

por 

- Encuentro con la directora belga Amélie van Elmbt, cuya película Drôle de père se estrena hoy en los cines de su país

Amélie van Elmbt • Directora

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, una película sorprendente y sensible sobre el encuentro repentino de un padre y su hija de cinco años a la que no conoce durante un fin de semana de amor, comunicación y descubrimientos. La película se estrena en Bélgica el miércoles 22 de noviembre y ha sido distribuida por Les Films du Fleuve y Alibi Communications.

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Cineuropa: ¿De dónde viene este proyecto, tanto en el fondo como en la forma?
Amélie van Elmbt: Hay varios elementos. El primero es que yo crío a mi hija sola desde hace mucho tiempo. Como ella me ve trabajar continuamente en mis proyectos, me parecía interesante transmitirle mi pasión por el cine.

Además, mi trabajo se basa en la idea del reencuentro, un reencuentro que tiene lugar simultáneamente en la ficción y en la realidad, ya que los dos personajes se encontraron por primera vez el primer día de rodaje. Me centro en la cronología, en una historia que no se apoya sólo en el escenario sino también en el marco, en la vida que se construye en torno a la ficción. De ahí la necesidad de narrar este reencuentro.   

La película plantea la siguiente pregunta: ¿Qué hace a un padre?
Cuando estaba embarazada de mi hija, la sentía crecer en mi vientre. Era algo muy fuerte y muy físico. Convertirse en padre suele ser un proceso de varias etapas, donde el padre se convierte en padre y el niño se reconoce como hijo del padre a través del vínculo que se crea entre ambos. Es un proceso de reconocimiento mutuo en el que deben involucrarse los dos. ¿Y si no existió esa conexión al principio de la vida del niño? ¿Y si el padre llega cinco años después?

Además, es una edad muy particular y que me gusta mucho. Yo quería captar esa espontaneidad, esa fluidez, esa ausencia de consciencia de la cámara.  

De hecho, es una película de familia para la familia. 
Contacté con Les Films du Fleuve porque es una familia, son un grupo pequeño y yo necesitaba eso. Además, como los dos nos centramos en la cronología, pensé que podrían comprender mi cine. Les envié el guión sin pensarlo y se tomaron tanto tiempo para responder, que cuando lo hicieron ya se me había olvidado. La financiación fue complicada y para nada como yo me la imaginaba. La planificación del rodaje fue difícil pero es inherente al cine de autor, ¿no? Luc y Jean-Pierre Dardenne son muy discretos, no ocupan mucho espacio y son conscientes del peso de su nombre. He aprendido mucho. Todavía no me creo a mi familia del cine pero es algo que me gustaría desarrollar. 

Yo quería hacer algo relacionado con mi vida cotidiana. Prácticamente, me he consagrado a mi hija desde que nació pero como estoy obnubilada por el cine, tenía que hacer algo a parte de mi rol de madre. Llegó un punto en que mis roles de madre y de directora debían confluir. Y también sentí la necesidad de trabajar. Reflexionar una película suponía un soplo de aire fresco en mi vida cotidiana.   

La película también habla de la comunicación… 
Es una de las temáticas que más me interesan. De mi grupo de amigos, soy prácticamente la única que tuvo un hijo tan joven. Yo insisto mucho en que nuestra generación de treintañeros tiene un serio problema de realización social y se pregunta constantemente si está preparada para tener hijos. Pero también pienso que los niños hacen que se sientan realizados.

¿Cuáles son tus próximos proyectos?  
Hace mucho tiempo que quiero ir a Estados Unidos a trabajar. Quiero aprovechar la oportunidad de contar con el respaldo de Martin Scorsese desde mi primera película. Ya hace 5 años de eso y me resulta insoportable esperar financiación sin trabajar. Allí trabajo en la adaptación de una novela, que en un lenguaje bastante radical se llamaría El amor. Trabajo todas las semanas con artistas de artes escénicas. Intento crear un espacio donde se pueda probar, fallar y crear. Es una película no dialogada en las sensaciones. Además, empiezo a trabajar con Juliette Van Dormael. Si tuviese que escribirlo, sería plano pero cuando lo sitúo en el contexto, con los cuerpos, las ideas fluyen. La exploración ya está hecha.

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(Traducción del francés por Carolina Benítez)

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