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Coralie Fargeat • Directora

“Quería llegar a un exceso que rozase lo irreal”

por 

- La francesa Coralie Fargeat nos habla de su primer largometraje, la explosiva Revenge, que ha sido distribuida en todo el mundo desde su estreno en Toronto

Coralie Fargeat • Directora
(© Alexandra Fleurantin, Olivier Monge / Festival de cinéma européen des Arcs)

Coralie Fargeat, que viene del Festival de Sundance, habla de la impresionante trayectoria de Revenge [+lee también:
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, un primer largometraje totalmente fuera de lo común, que ha sido distribuida en todo el mundo por Charades desde su estreno en Toronto, y que se prepara para su llegada a Francia vía Rezo.

Cineuropa: ¿Cómo surgió Revenge?
Coralie Fargeat: Yo quería hacer una película de género que tuviese el espíritu que me cautivó como cinéfila. Pensé en un personaje femenino que al principio parece débil porque personifica unos estereotipos con una apariencia provocativa y sexy, que es víctima de la opinión que se tiene de ella, y se transforma por completo para tomar las riendas y no ser encasillada: un renacimiento puro y duro. Y después, vienen los demás ingredientes de la película: el desierto para salir del realismo y crear la fantasmagoría. En cuanto al elemento que desencadena la violación, era una manera simbólica de englobar todas las violencias y desigualdades de las que pueden ser víctimas las mujeres.

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La película es muy física. ¿Hasta dónde querías llegar para expresar la violencia?
Me interesaba construir un universo sensitivo y sensorial. En la primera parte, hay elementos ligados a la sensualidad de los cuerpos con el sol, las pieles y lo sexual. En la segunda parte, estos elementos se transforman en algo más duro y más bruto con el sudor, el esfuerzo físico y las heridas, que yo quería que fuesen hipnóticas. Me interesaba alejarme del realismo como hacen las películas surcoreanas. Quería llegar a un exceso que rozase lo irreal.

¿Y el humor negro de la película?
Yo me centro en el tema y en las intenciones de los personajes porque el propósito no era hacer una parodia, ni una referencia. Por eso me gusta cuando los personajes entran en el exceso, la locura y la bajeza, porque es catártico y divertido.  

En plano visual y sonoro, Revenge tiene mucho estilo.
He escuchado mucha música electrónica y eso es lo que ha dado lugar a la identidad sonora fuerte y marcada que yo quería. En cuanto al aspecto visual, al principio, hay un lado muy embriagador, jugoso, sexy, colorido, pop, de azul y rosa: quería dar una apariencia de paraíso terrenal, de diversión. Después, el desierto se convierte en un personaje cada vez más fuerte, que sobrepasa un poco a los personajes. Uno de mis referentes es el último Mad Max, por lo que he jugado mucho con el azul de los cielos y el color de la sangre.

Las películas de género incisivas son todavía escasas en el cine francés. ¿Es una tendencia emergente? 
Lo que empieza a cambiar es la llegada de una nueva generación a los mandos, a la dirección, a la producción, a la financiación, a la TV, que está más interesada en este tipo de cine. Después, lo que marcará la diferencia, será el volumen de producción y la difusión. Cuantos más proyectos lo consigan, más posibilidades habrá. Actualmente, se ha producido una pequeña ola con películas como Grave, Revenge o La nuit a dévoré le monde, cuyos autores tienen diferentes formas de apropiarse del género. Pero es una lucha difícil porque las puertas todavía no están del todo abiertas. 

Revenge propone a las mujeres una solución radical frente a las agresiones masculinas.
Evidentemente, es un punto de vista metafórico (risas). La solución no es coger una pistola y matar a todo el mundo. El mensaje de la película es salir de la ley del silencio, donde todo está hecho para que las mujeres permanezcan calladas y sean víctimas de la organización social y cultural. Las mujeres deben levantar la voz y no dejar pasar ninguna agresión. Y no sólo las violaciones porque también es demencial la violencia verbal y el sexismo que hay en las redes sociales. Como mujeres, hemos aprendido a convivir con el peligro o, como se dice en inglés, “swimming with sharks”. Yo espero que se produzca una revolución histórica, una toma de conciencia masiva de estos comportamientos y de estas desigualdades arraigadas en la sociedad, que dé lugar a un cambio de mentalidad profundo para que la situación sea más equilibrada. Esta segunda etapa será decisiva y no habrá vuelta atrás. 

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(Traducción del francés por Carolina Benítez)

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