Tres propuestas para la diversidad de cine y público europeos
por Frédéric Sojcher
¡Soy un director feliz! Hace un año, mi tercer largometraje, Hitler à Hollywood [+lee también:
tráiler
ficha de la película], fue proyectado en estreno mundial en el Festival de Bruselas. Desde entonces, la película ha sido seleccionada en otros casi 40 festivales y obtuvo el Premio Internacional de la crítica (Premio FIPRESCI) en el Festival de Karlovy Vary. La cinta acaba de estrenarse en Francia, se exhibe actualmente en los cines belgas y ha recibido el apoyo de la crítica.
¿Qué más se puede pedir? Pues... ¡más espectadores! Los que vieron mi película en general la valoraron positivamente. Realicé esta intriga lúdica (el pitch: existe un complot en Hollywood para impedir la existencia del cine europeo) para alcanzar a un amplio público. Pero hace falta que los espectadores conozcan la existencia de la película. Y las críticas, aunque son muy positivas, no bastan.
Más que nunca, las producciones comerciales cuentan con importantes medios de marketing y con un número consecuente de copias. Las entradas vendidas se concentran en un reducido número de títulos. Antes, una película original disponía de más tiempo para instalarse y funcionar gracias al boca a boca. El mercado tiende a marginar todas las películas que no forman parte de un circulo predeterminado (el de las superproducciones o de los autores ya reconocidos, como Woody Allen, que funciona como una "etiqueta").
¿Qué hemos de hacer entonces por la diversidad del cine y del público?
1° El cine en la escuela.
Ya existen varias iniciativas en la región de Valonia y en Bruselas (el Premio de los Estudiantes). Hay que desarrollar y multiplicar este tipo de iniciativas, en Bélgica y en Europa, como también desea Aviva Silver, Directora del Programa MEDIA: despertar el interés del público del mañana por los diferentes cines.
2° Una promoción alternativa.
En lugar de competir con las superproducciones en su propio terreno (el marketing y la publicidad a costes exponenciales), hay que inventar nuevas formas de promoción en Internet y estrategias publicitarias alternativas, como, por ejemplo, ofrecer a las películas subvencionadas por fondos públicos una campaña gratuita de exposición de carteles en lugares públicos.
3° El cine europeo y la diversidad cultural.
Un ejemplo belga que vale también para Europa: las películas flamencas se difunden poco o nada en la región valona; viceversa, igual. Así las cosas, ¿cómo puede aspirar Bélgica a un futuro político sin ni las principales comunidades que la componen se conocen culturalmente?
Propuestas concretas: que todas las películas belgas que cuentan con fondos públicos sean subtituladas obligatoriamente en francés o en flamenco. Que las salas se comprometan a exhibir películas de la otra Comunidad, con debates en torno a esta difusión.
La diversidad cultural no debe ser solamente un eslogan. Hay que reaccionar. Este es el propósito de Hitler à Hollywood. Ojalá que mi película pueda relanzar el debate.
Frédéric Sojcher - Director
¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.