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EDITORIAL

¿Puede Europa ayudar a que los autores se unan a la revolución digital?

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Esta semana ha sido como la espera en una parada del autobús. Esperas durante una eternidad y luego llegan dos seguidos. Así ha sido esta semana para el sector audiovisual en su relación con las instituciones europeas. Primero, el Parlamento Europeo celebró una sesión sobre el futuro del sector audiovisual en la era digital, seguido por la presentación del primer informe del Parlamento Europeo sobre este sector en diez años, titulado “El cine europeo en la era digital” (leer el editorial de Piotr Borys). Luego, la Comisión Europea presentó la Carta Verde sobre “La distribución en Internet de obras audiovisuales”.

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En primer lugar, en cuanto a la sesión en el Parlamento, es una pena que los autores no fuesen invitados como ponentes en un debate sobre el futuro de la política audiovisual. Nuestro sector depende del éxito de una gran cantidad de elementos distintos, pero no cabe duda de que los creadores deberían ser incluidos en el debate sobre el futuro de su sector, sobre todo cuando se trata de asuntos relacionados con los derechos de autor. La sesión subrayó la importancia de los retos a que se enfrenta el sector audiovisual europeo. Como concluyó la presidenta del comité de cultura, la eurodiputada Doris Pack, hay más preguntas que respuestas.

El informe del eurodiputado Piotr Borys, presentado tras la sesión, es una sólida base para muchos de los asuntos técnicos a que se enfrenta el sector y toda Europa en la era digital si los creadores europeos siguen produciendo las películas brillantes y dinámicas por las que se han dado a conocer. Algo que cabría agregar son los derechos y la emuneración de los autores audiovisuales, unida ésta al éxito de sus trabajos, un tema que me lleva a la segunda gran publicación audiovisual del día: la Carta Verde de la Comisión Europea.

La Comisión Europea ya había confirmado la inclusión de la remuneración a los autores en el texto de la Carta Verde en la comunicación IPR Strategy del 24 de mayo. Creo que hablo en nombre de todos los estamentos del sector audiovisual cuando digo que estamos muy satisfechos de ver cómo nuestro sector es tratado de modo individual. Esto debería evitar una repetición de intentos decepcionantes como la propuesta de directiva, que trataba de meter con calzador las obras audiovisuales en un documento pensado sobre todo para las obras editoriales. Las preguntas (y son muchas) planteadas por la Carta Verde son todas ellas válidas y se hace necesaria una consulta abierta para establecer un acercamiento al futuro de un mercado audiovisual digital que sea viable tanto desde el punto de vista práctico como legal. Sobre la unión entre los autores audiovisuales y el éxito de sus obras, la SAA no tiene ninguna duda de que su Carta Blanca (que ha sido publicada este mismo año) representa una posible solución.

La remuneración de los creadores ha sido mencionada recientemente en numerosas ocasiones en las sesiones del Parlamento Europeo sobre el tema de los derechos de autor. Por desgracia, con frecuencia se ha tratado de un debate sesgado donde los intermediarios de las industrias creativas son vistos de modo muy negativo. La fuerza del sector audiovisual europeo (y quizás de todo el sector creativo) reside en la cadena de producción: nuestros autores han desarrollado buenas colaboraciones creativas con sus productores, que por su parte confían las ventas internacionales de sus obras a distribuidores que conocen los mercados locales y pueden garantizar los mejores resultados. Este tejido dinámico, compuesto casi por completo por pequeñas y medianas empresas, es el motor de la financiación de la creación europea.

Pedimos una mayor remuneración para nuestros autores, pero necesitamos alcanzarlo para todo el sector. Es por esto que, desde el lanzamiento de la Carta Blanca de la SAA, hemos empezado a reunirnos con otros socios del sector con quienes compartimos esta responsabilidad. Espero que podamos dar con una manera, juntos, para aferrar las oportunidades legislativas que brindan estas iniciativas y hacer posible que todos consigamos aprovechar al máximo la era digital.

(Cécile Despringre es la directora ejecutiva de la Sociedad de Autores Audiovisuales (SAA), con sede en Bruselas.)

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