20/04/2012 - A fecha de 15 de abril se registró un 16% menos de espectadores, mientras que la producción se mantiene, en parte gracias al crédito fiscal

“Asistimos al final del crecimiento del consumo de cine italiano”, ha afirmado un preocupado Riccardo Tozzi, presidente de la principal patronal cinematográfica del país, ANICA, durante la presentación de los datos correspondientes al año 2011 y los primeros meses de 2012, en la cual ha sido acompañado por el presidente de los productores, Angelo Barbagallo, y el director general del área de cine del Ministerio de Cultura, Nicola Borrelli (descargar archivo PDF en italiano).

“Es un producto que ha perdido encanto”, ha comentado Barbagallo sobre la caída del 16% en el número de espectadores registrado hasta el 15 de abril de 2012. Ante la evidencia de que el mercado está cambiando y el momento actual es complicado, es necesario hacer una profunda reflexión sobre la calidad de las obras y los costes de producción, así como la formación.

Durante 2011 se han producido un total de 155 películas, trece más que el año pasado. La inversión italiana se ha mantenido estable, alcanzando la cifra de 333 millones de euros (a los que hay que unir 90 llegados del extranjero). Por su parte, Borrelli ha confirmado que la financiación pública directa se ha reducido (28 millones), mientras que la financiación indirecta ha crecido gracias al crédito fiscal (68 millones de euros, o sea, el 21% de la inversión nacional).

Si el consumo de cine italiano deja de crecer y el estadounidense está en crisis, el problema se extiende asimismo a la exhibición. Muchas salas urbanas están al borde de la bancarrota, poniendo en peligro su propia existencia, según ha explicado el presidente de la asociación AGIS, Paolo Protti. Además, el proceso de digitalización no se concluirá antes de 2015, dice el presidente del área de distribución de ANICA, Richard Borg. Carlo Bernaschi, presidente de la asociación de multicines ANEM, se decanta por la opción del multicines urbano, con un programa más amplio, como medida para relanzar las salas en las ciudades.

(Traducción del italiano)