09/05/2012 - El primer largometraje de Géraldine Doignon y de la productora Hélicotronc, que celebra así su décimo aniversario, agita el debate sobre la distribución del cine de autor

Un padre y sus tres hijos se cruzan y se alejan en un viejo hotel familiar. Cada uno intenta a su manera superar la muerte de la madre. La inesperada llegada de una joven embarazada de ocho meses fortalecerá los lazos familiares y reanudará el diálogo que interrumpió la tragedia.

Géraldine Doignon ofrece con De leur vivant una obra emocionante aunque pudorosa que amplía la red cinematográfica tejida por sus cortos, donde a menudo aparecen los vínculos familiares debilitados pero lo suficientemente elásticos para no romperse y retomar su forma. De leur vivant no es el primer largometraje para su directora, que lo concibió en un momento de urgencia artística debido a que se eternizaba el desarrollo de la que iba a ser su ópera prima (Un homme à la mer, que empezará a rodar próximamente), sino también para un equipo compuesto en su mayoría por debutantes, incluido su productor, Anthony Rey, de Hélicotronc, que ha peleado mucho para sacar adelante el (bajo) presupuesto de la película.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

La lucha, en puridad, no ha hecho más que empezar: Hélicotronc se ocupa directamente de la distribución, sumando así su nombre a la lista de productoras belgas que a falta de una distribuidora que proporcione el respaldo necesario a sus películas, optan por estrenar por sí mismas sus producciones, bien a través de una nueva empresa (como hizo Versus con O’Brother, Entre Chien et Loup con Dreamtouch o Climax con Big Bang Distribution), bien encargángose ellas mismas, como en el caso del pasado mes de enero de Au cul du loup [+lee también:
tráiler
entrevista: Pierre Duculot
ficha de la película], producida y distribuida por Need Productions. Este fenómeno cuando menos digno de atención prueba el carácter altamente competitivo de un sector que arroja una decena de estrenos por semana en Bélgica, lo que dificulta que el cine de autor se haga con un hueco en la cartelera. Ya sea a través de la digitalización o de la irrupción de los medios sociales, urge inventar nuevas estrategias: aunque estos estrenos “salvajes” no se traducen necesariamente en un éxito, contribuyen a la redefinición de los medios de distribución de un cine más modesto. De leur vivant se estrena en diez salas y el boca a boca será, ahora más que nunca, su mejor aliado a la espera de asentar su posición durante cierto tiempo en la cartelera y dar así con su público.

(Traducción del francés)