26/07/2012 - El BFI presenta sus últimas estadísticas anuales. “No estamos en absoluto satisfechos”, concluye su directora, Amanda Nevill

El irremediable descenso de las producciones británicas continúa. En 2011 tan solo se produjeron 200 películas: un brusco descenso comparado con las 282 de 2010. La producción de cine en el Reino Unido conllevó un gasto total de 200 millones de libras en 2011, y 209 millones en 2010. De las 200 películas producidas durante el año, 124 (62%) se hicieron con un presupuesto inferior a 500.000 libras. El número de coproducciones británicas aumentó un 31%, de 32 en 2010 a 42 en 2011. Estos son algunos de los datos que el British Film Institute ha revelado en su anuario estadístico de 2012, elaborado por su departamento de documentación y estadística.

La industria cinematográfica británica contribuyó al PIB nacional con 3.300 millones de libras y con un excedente comercial de más de 1.500 millones. Las 558 películas que se estrenaron en Reino Unido durante 2011 vendieron más de 172 millones de entradas, un 1,4% más que en 2010, y los ingresos de ese año consiguieron superar por primera vez la barrera de los mil millones de libras: 1.040 millones, exactamente, un 5% respecto al año anterior. La película con mayor recaudación fue Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte 2 [+lee también:
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making of
ficha de la película], una producción realizada en el Reino Unido con el apoyo de Warner Bros que recaudó 73 millones de libras. El segundo puesto y el tercer lugar de la taquilla de Reino Unido fueron para dos películas británicas independientes: El discurso del Rey [+lee también:
crítica
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entrevista: Tom Hooper
ficha de la película], que recaudó 46 millones de libras, y Supercutres [+lee también:
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ficha de la película], con 45 millones. Las producciones realizadas en Reino Unido superaron los 1.270 millones (cifra que incluye las películas no británicas que se rodaron en el país) en 2011.

Amanda Nevill, directora del BFI, declaró que “no estamos en absoluto satisfechos; todavía hay un clima económico difícil para aumentar la financiación de las producciones y la tecnología digital sigue aportando retos y oportunidades a la industria”.

(Traducción del inglés)